Estúpido

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

09 dic 2018 . Actualizado a las 17:32 h.

Hasta 60.000 euros en siete años consiguió estafar una mujer que presumía de moverse entre poderosos y que ofrecía empleos o gestiones. ¿Podría haber timo más ourensano? Sí, como el Pequeño Nicolás pero en femenino, con denominación de origen y usurpando las siglas del PP.

Siempre he pensado que las víctimas de la estampita llevan en el pecado la penitencia. Y algo parecido pienso en este caso. Algo de razón tendré cuando la policía reconocía esta semana que sospecha que existen más casos que los denunciados pero esas otras víctima temen decirlo en voz alta porque, al fin y al cabo, pagarle a alguien por un puesto de trabajo público o para salvar algún trámite administrativo, por una supuesta relación con el poder, no es nada ejemplarizante. Cierto es también que la Policía los anima a denunciar y los tranquiliza diciendo que eso suyo no es delito. Es otra cosa. Y es triste.

Es verdad que vista no le faltó a la timadora. Una provincia en la que un ex presidente de la Diputación acabó condenado por prevaricación por enchufar a más de cien personas y otro (¡ahí va!, el hijo del anterior) fue denunciado por ofrecer un puesto de trabajo a cambio de sexo (caso sin recorrido judicial pero con unos audios para la posteridad) le parecía a la ahora detenida terreno abonado para sus ofertas laborales.

Pero, si la estampita se veía tan clara, ¿por qué cayeron los que cayeron? Porque viven en esa misma provincia de la que hablaba antes: prevaricación, puestos de trabajo, favores, amistades que son tan peligrosas como ventajosas... ¡esas cosas!

Si hubo quien quiso echarle la mano a esta estampita fue porque tenía la sensación de era posible, de que las cosas funcionan así, de que de esta manera se mueven algunos de los que tienen poder, de que un empleo público puede conseguirse con miles de euros...

Con permiso de Clinton: es Ourense, estúpido.