El comercio local, es local

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE

10 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al pequeño comercio le crecen los enanos. En una ciudad en la que este sector tiene una enorme importancia económica, los negocios viven en un continuo desasosiego provocado no solo por su enorme dependencia de los dictámenes climáticos, cada vez más imprevisibles, sino también por la feroz competencia que deben soportar por parte de enemigos a los que ni siquiera conocen.

Se quejan de que mientras ellos se levantan cada mañana para abrir la persiana de su negocio, pagando religiosamente alquileres, impuestos y seguros, y creando además puestos de trabajo, afrontan la cada vez más esporádica llegada de clientes porque en muchos casos los que antes se gastaban el dinero en sus negocios ahora prefieren comprar a golpe de click. Desde el sofá.

Y el resto podemos pensar que quizás no deberían quejarse por eso. Que hoy en día quien quiere vender tiene que estar en Internet y que, si desea estar en esta competición y jugar con las nuevas reglas, el pequeño comercio debe subirse también al carro de las nuevas tecnologías, algo que, además, podría abrirles nuevas puertas.

Pero tal vez no sea tan sencillo para ellos parecerse, si quiera intentarlo, a gigantes como Amazon o Zalando, u otros muchos a menor escala. No nos engañemos. El futuro del comercio local está en manos de los ciudadanos que a diario pasan por delante de sus escaparates, no de los que viven en Australia. Al fin y al cabo ellos estarán ahí, a la vuelta de la esquina, el día en que por fin llegue el frío y necesitemos con urgencia una bufanda. No dejemos que eso se pierda, porque es nuestro. De todos.