Penka

Luis Gulín EL DESCORCHADOR

OURENSE

11 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sucedió el pasado mes de mayo. Nuestra protagonista, una preciosa y hermosa vaca que responde al nombre de Penka, pastaba con tranquilidad en los prados de la localidad búlgara de Kopilowzi. Como todos los días, su propietario, Ivan Haralampiew, la llevó al prado con las demás integrantes del rebaño para pastar, tomar el sol y hacer vida social.

Pero una determinada tarde a Penka le pecó la curiosidad en descubrir qué hay más allá de esos prados habituales y se puso a trotar, atravesando un riachuelo, descubriendo que allí también había hierbas de calidad y muy sabrosas. Su dueño, al no verla en su rebaño, la estuvo buscando desesperadamente y al encontrarla la llamó ipso facto para su retorno.

Y aquí comienza el lío internacional. Es que Penka, al atravesar el riachuelo, abandonó territorio búlgaro y entró, sin pretenderlo, en tierras de Serbia, y por lo tanto pastó en geografía extracomunitaria, fuera de la Unión Europea.

¿Y qué dicen las leyes europeas al respecto? Las autoridades dicen que no tienen otra opción que matar al desafortunado bovino debido a las regulaciones de la UE, a pesar de que los veterinarios serbios le dieron una buena nota de salud. El ministro búlgaro de Agricultura inició ya charlas informales con sus colegas europeos, incluso desde el Reino Unido se inició una campaña de firmas para salvar a la vaca.

Según el testimonio de la propia Penka, en base de gruñidos de bovinos, ella simplemente se limitó a descubrir que hay pastos más verdosos que en Bulgaria y que los de Serbia son de excelente calidad y no va decir ni mu a más preguntas.