Instalaciones y esculturas cerámicas de Ruth Lodeiro en el Centro Cultural Marcos Valcárcel
05 mar 2018 . Actualizado a las 10:07 h.«Prefiero una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila». María Zambrano. La artista Ruth Lodeiro propone una reflexión feminista a través de su nuevo proyecto expositivo, una escultura metamórfica sorprendente de especial calidad, tanto por su dominio de la técnica como por la profundidad del discurso conceptual no exento de poesía en la que se plantea el peso del mito en la educación tradicional, alimentado por los distintos mecanismos de poder de mirada androcéntrica y excluyente.
La artista invita a romper con esos mitos paternalistas que alienan y manipulan la libertad de las mujeres en aras de «lo correcto» y que tienen como consecuencia imponer y mantener una actitud represora e inmovilista. Con este discurso Ruth, a través de acumulaciones y repeticiones del mismo elemento cerámico, transforma vaginas o úteros, en sudarios, crucifixiones o ángeles en las fascinantes instalaciones que reúne en la exposición «Penélope. Tecedoras de soños» que exhibe en el Centro Cultural Marcos Valcárcel.
Ruth Lodeiro critica esa tradición autoimpuesta y asumida en mitos cerrados y excluyentes que limitan, concluyen y nos comparan con un modelo establecido, rígido e inconmovible de interesada perfección para justificar las presiones, posesiones, descalificaciones, juicios, complejos, infamaciones, censuras y condenas que nos mutilan, ningunean, hieren y desacreditan.
Ese es el porqué de Penélope y sus sueños por tejer, confinada en su clausura voluntaria, imagen de una esperanza que se transforma en constante existencial de perpetua espera, tejiendo y destejiendo como ingeniosa estrategia de procrastinación. El tejido como constante, materia, placenta y lenguaje. También sudario, como el tejido que Penélope hacía y deshacía para Laertes, representado y revisado en «Rede de Historia Nº1», «Sudario» «Penélope, tecedoras de soños».
La escultora y poeta Ruth Lodeiro reivindica desde su transgresora imaginería la necesidad de derrumbar los muros del inconsciente y la tradición que alimentan los mecanismos que activan los prejuicios y la culpa mediante flujos turbulentos en rotación espiral con trayectorias de corriente cerradas. Vórtices sellados y en rotación y sin embargo, que constituyen materia reservada encerrada en jaulas, poso que subyace de toda tradición.
Jaulas y enrejados que alienan, desplazan, segregan y confrontan como las inquietantes celdas de la artista paradigmática Louise Bourgeois. Celdas o jaulas que reorganizan el espacio individual cerrándolo como célula biológica y que dialogan con el espacio exterior circundante como en «Penélope: onde dormen os soños», «Penélope Caixa 1» que funcionan como escultura e instalación reinventando los materiales para darle una intencionalidad que supone una liberación de la intimidad en una arquitectura de la memoria con el contrapeso de los sexos.
Iconografía de lo femenino
Una imagen de lo femenino que abre un interrogante inquietante y sofisticadamente incomodo que sublima el confinamiento y reflexiona sobre la identidad y las relaciones en conflicto entre el individuo, la sociedad, la memoria, la frustración, la libertad, la autodeterminación y la tradición. Iconografía de lo femenino escenografiada a gritos con pulso firme en el silencio del vacío.
El cuerpo como metáfora obsesiva del ser, prisión del conocimiento, contenedor de la intimidad femenina y en su pluralidad, lenguaje y diferencia.
Veladuras y redes, engranajes discursivos de una intimidad autorreferenciada, ensamblajes, procesos. Formas que sangran en la violencia del rojo, alarma y deseo, fuerza y pulsión. Dolor. Alerta sobre el blanco fósil, vestigio físico de la memoria y el sexo. Identidad.
La obra de Ruth Lodeiro henchida de poesía y denuncia ilustra una belleza dañada, con múltiples interpretaciones opened ended en las diversas formas de conceptualizar el mensaje en el que realiza una compleja revisión entre los límites del arte y la vida, de la creación y la experiencia que muestra a través de una estructura compleja de piezas cerámicas cosidas con hilos y alambres, con cuerda y tules que constituyen un manifiesto plástico y contemporáneo de autenticidad, con una exploración de los elementos cosidos desde una óptica contemporánea cuestionando su pasado como manifestación de género y tradición secular con un sentido combativo alejado de convencionalismos.
Penélope es la eterna espera, es el drama de la emigración, es una crítica a la permanencia del paradigma femenino en el mito tradicional frente a la libertad de ejercer nuestra capacidad de acción, decisión y reacción.
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