Mari Carmen Cruz López: «Por 26 céntimos, eso que se compra no puede ser pan»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

FIRMAS

Miguel Villar

Madre e hija regentan dos puestos en la plaza de Abastos de la capital

28 oct 2013 . Actualizado a las 16:09 h.

«Los políticos vienen cuando hay elecciones y dicen que nos van a arreglar eso, pero no hacen nada«

M. Carmen Cruz Madre

«Los tiempos no están para muchas novedades, porque la gente no puede afrontar una subida de precios»

M. Carmen Fernández Hija

El pan siempre ha sido un alimento fundamental y las panaderías un punto de referencia, e incluso de encuentro entre vecinos, en los pueblos. Hace ya 28 años que en Mugares (Toén), Mari Carmen Cruz decidió montar una junto a su marido. Ella tenía entonces 35 años y, recuerda ahora «en aquella época no había mucho en qué ganarse la vida, así que nos decidimos por esto».

Y visto lo visto no es que les haya ido mal porque, con el tiempo, lograron ahorrar lo suficiente para comprar tres puestos en las inmediaciones de la plaza de Abastos de la capital. En dos de ellos, separados por apenas unos metros, venden sus productos 365 días al año. Además, no han estado solos en el camino. Al negocio han llegado refuerzos. Los más importantes, los que aporta Mari Carmen Fernández, la hija del matrimonio, que desde hace un tiempo regenta uno de esos quioscos, mientras su madre gestiona el otro.

«No somos grandes empresarios, pero hemos trabajado mucho en todos estos años y algo hemos hecho», reconoce la progenitora, que ha visto, sin embargo, como en los últimos tiempos el negocio del pan ha ido a menos. Y no porque la gente haya dejado de comprarlo, sino por la competencia brutal de los supermercados, que ofrecen productos mucho más baratos. «La gente no sabe lo que come, porque ese pan no es pan», coinciden ambas. Y lo justifican. «Por 26 céntimos ese producto no puede ser pan, pero la gente es así, quienes van equivocados son ellos». La hija profundiza un poco más. «Ese producto es todo precocinado, está hecho con manteca de cerdo, y después lo tienen hasta tres meses en el congelador. Pero eso nadie lo mira», lamenta.

Hecho cada día

Frente a esos productos contra los que no pueden competir, no al menos en precios, ellas ofrecen calidad y variedad a un coste competitivo. Pan artesano hecho cada mañana en el horno de Mugares, localidad en la que siguen manteniendo la panadería de toda la vida, que tarda apenas quince minutos en llegar a los puestos de la plaza. «Además del pan normal, también tenemos empanadas, pan del país, pan bregado, de centeno, de pasas, bicas de Castro Caldelas, etc.», explica la hija, que no se arrepiente de haber tomado la decisión de seguir el camino de sus padres. Lo hizo hace ya más de diez años y está contenta con su trabajo. «Terminé el bachillerato y preparé oposiciones durante algunos años pero al final decidí ponerme a trabajar con ellos, al fin y al cabo había estado pegada a este negocio toda mi vida», recuerda ahora.

Y aunque a ella le gustaría hacer algunos cambios, sabe que el momento actual no es el mejor. «Lo que pasa que los tiempos tampoco están para muchas novedades, porque si tienes que subir un poco el producto, a la gente ya enseguida le parece mucho», argumenta. Mientras, y para ir aguantando el tirón, ofrecen el mejor trato a una clientela fiel a la que cada día se suman clientes que acuden a la plaza de Abastos a comprar llegada de sitios distintos. «Viene mucha gente de todos los barrios de la ciudad y también muchas excursiones».

Y es el que el punto de venta que tienen es, sin duda, uno de los mejores de la capital, aunque convienen las dos en que no le vendría mal que de una vez las autoridades llevasen a cabo las reformas en los puestos exteriores, como el suyo, que llevan tantos años prometiendo. «Esto está igual que desde llegó mi madre hace 13 años, no cambió nada», advierte la hija, mientras su progenitora lamenta que se hable tanto del asunto, pero nunca se haga nada. «Adecentar un poco venía bien. Los políticos vienen aquí cuando va a haber elecciones, y dicen que van a arreglar. Las palabras siempre son muy buenas, pero después no hacen nada. Llevamos así ya mucho tiempo», critica la más veterana de las dos.

fAMILIA CRUZ FERNÁNDEZ