Baltar, «o fillo», no es Baltar

OURENSE

30 sep 2013 . Actualizado a las 23:11 h.

Arrasa en las redes sociales una versión autóctona del Bailar pegados es bailar con el que Sergio Dalma representó a España en Eurovisión. Ico (un artista ourensano grande e imaginativo), líder de O Sonoro Maxín, ha versionado aquella canción y estrenó en el reciente Festival Intercultural do Barbanha, Baltar, «o fillo», no es Baltar. Por si las decisiones desde la toma de posesión no fuesen suficientes para aseverar el título, esta semana ha traído dos nuevos ejemplos de la verdad del aserto. Uno es la contratación de la empresa del exdiputado socialista, Lage Tuñas, para hacer un estudio que mejore la transparencia en la Diputación. La medida revela que Baltar es consciente de que le hace falta despojarse de la opacidad del anterior período y que para lograrlo es mejor contratar a un especialista (Lage lideró la batalla por la transparencia en el Parlamento siendo el primer diputado en mostrar su patrimonio), aunque sea de la oposición, que a un militante del PP tipo alcalde de Beade o de Baralla. ¿Qué hace el PSOE de Ourense iniciando un expediente para echar del partido a Lage (¡militante de Noia!) por prestar servicios técnicos a una institución? ¡Ya les veo expedientando a los simpatizantes socialistas que osen ejercer su profesión, ya sea vendiendo un coche o haciendo una extracción sanguínea, en entidades dirigidas por el PP! ¡Menuda muestra de tolerancia y de convivencia civilizada!

El otro ejemplo es la reacción a la denuncia de la UE por irregularidades en la instalación de depuradoras. El presidente de la Diputación (con el coste personal que debe suponerle) propone una comisión de investigación para depurar responsabilidades y se opone la oposición que antes sí la reclamaba. Cuando el Consello de Contas detectó en el 2002 irregularidades en la Diputación, el anterior presidente zanjó así el asunto: «Se facemos caso ó Consello de Contas fastidiamos ós paisanos». Y a otra cosa. Ahora ya no se pasan las amonestaciones por el arco del triunfo. Ahora las denuncias se investigan, se recurren y se cumplen. Como manda la ley. Es difícil de entender la oposición del PSOE a la transparencia y a la investigación a no ser que les frene el miedo al efecto contagioso y a que haya que bucear, por ejemplo, en la época socialista al frente de O Carballiño en la que un juez pide al fiscal que mire si se cometieron, de forma continuada, delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos durante la alcaldía del hasta hoy líder socialista, Pachi Vázquez.

En Ourense se acabaron aquellos días de vino y rosas en los que la entente entre Baltar Pumar y Pachi Vázquez era, más allá de puyazos dialécticos, total. Al PSOE le cuesta adaptarse a la nueva situación y reconocer que Baltar, «o fillo», no es Baltar. Y no porque lo cante el gran Ico sino porque Baltar Blanco es hijo de la democracia (y se le nota) y Baltar Pumar era hijo de la dictadura (y también se le notaba).