Décadas deseando buen viaje

Antonio Nespereira

OURENSE

Padre e hijo son las caras visibles de Viajes Puga, agencia decana de Ourense, cuya historia va desde los billetes para emigrantes a las estancias del Imserso

25 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Dicen los teóricos del negocio comercial que recibir a un cliente con una sonrisa es tener una buena parte de la operación conseguida. Es difícil escaparse de una conversación con ambos sin un chiste o una anécdota. En el primero de los terrenos se mueve bien Carlos, en el segundo es experto su padre, Pegerto, que atesora decenas de hilarantes situaciones que hilvana en una conversación que no tiene fin.

Ambos son del pueblo de Santa María de Melias (Pereiro de Aguiar) y hacen patria. «É o único pobo no que hai calefacción pola rúa... todo o verán», suele decir Pegerto con sorna.

Los apellidos de ambos dan el nombre comercial a la empresa a la que han dedicado ya muchos años, casi una vida en el caso de Pegerto. La identificación oficial de la sociedad es Viajes Puga, licencia XG9. «Eso significa que es el permiso número nueve que ha dado la Xunta», aclara Carlos. Dicho de otra manera, es de las más antiguas de la comunidad autónoma y la decana de las de Ourense.

Por diferentes razones otras marcas han desaparecido o se han integrado en empresas de mayor tamaño, pero ahí siguen ellos en las Galerías Centrales. Viajes Puga existe desde 1972, pero el fundador era agente ya desde 1964.

Emigración

Eran épocas en las que gran parte de la clientela eran emigrantes y llegaron a tener un despacho junto a las oficinas oficiales que expedían los permisos para ir a trabajar al extranjero. Carlos aclara que «entonces pedían un billete de avión para dar el contrato de trabajo».

Por volumen de operaciones, la emigración europea se llevaba la palma, pero las ventas más jugosas se hacían con Hispanoamérica, «sobre todo México», matiza Carlos. Su padre abrió ese mercado porque, como él recuerda, «fun durante seis anos a México a vender viaxes».

En todo caso, por la agencia pasó buena parte de los emigrantes que hicieron las maletas en esta provincia para buscarse el porvenir fuera.

El porvenir de Carlos se lo quiso labrar siguiendo los pasos de su padre «porque siempre me gustó este mundo». Estudió en Madrid la carrera, allí ejerció durante muchos años, pero ha hecho el camino de retorno.

El negocio

Apunta que cuando estaba aquí de vacaciones «era el recadero de Viajes Puga, iba a todos los lados, supongo que para que no tuviese mucho tiempo para ir a jugar a los futbolines». Su padre, al lado, asiente.

El paso del tiempo ha cambiado el perfil del turista, también del negocio. Ambos creen que los viajes del Imserso han revitalizado el sector y ellos llevan ya muchos años trabajando esa parcela. Las costumbres del viajero también porque Internet ha ganado terreno, aunque Carlos indica que «la asesoría que te da una agencia no te la da Internet».

¿Y ellos viajan? El padre es «un pouco reacio», pero el hijo le gana por la mano. Ha frecuentado «sobre todo América y Asia, menos África, que sigue siendo la gran desconocida». Siempre que puede hace la maleta para descubrir o redescubrir. ¿La escapada que no olvidará? «Un viaje que hice a Sri Lanka».

En todo caso, como Carlos afirma y su padre ratifica, «lo más importante de un viaje es quien lo hace contigo».