« El parador es como un museo en el que descansar»

OURENSE

Santo Estevo se consolida como destino turístico de quienes buscan un entorno único y servicios de calidad

22 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Uno de nuestros referentes turísticos de la provincia, el parador de Santo Estevo, está más de actualidad que nunca, ya que ha sido elegido por el diario británico The Daily Telegraph como uno de los cuatro mejores monasterios del mundo convertido en hotel. Este reconocimiento se suma al hecho de que Isabel Hernández, directora del establecimiento, cumple este mes un año en el cargo. El balance que hace es del todo positivo.

-¿Qué supone para el parador el reconocimiento de este medio británico?

-Es un honor. Es un edificio con una magnitud enorme desde el punto de vista artístico, con sus tres claustros, pero cuando se convirtió en hotel mucha gente no apostaba por su viabilidad, por dónde está ubicado. Pensaban que quedaba demasiado lejos y que la gente no se iba a acercar hasta allí.

-¿Cuáles son los factores que hacen especial a Santo Estevo?

-Hay muchos puntos importantes y fuertes. Por un lado su ubicación, la Ribeira Sacra, que cada vez atrae a más gente. Esta zona tiene muchísimas posibilidades en todos los ámbitos. El edificio es otro factor en sí mismo. Y luego está lo que le podemos ofrecer al cliente: desde una comida o un fin de semana lejos del mundo hasta bodas o convenciones. Para el turista es como un museo en el que descansar, por el que puede pasear, tomar algo, ir a su habitación o hacer uso del Spa.

-¿Cómo está salvando el parador la crisis?

-Llevamos lo que va de año con más actividad que el año anterior. Tal vez la crisis influya en el sentido de que el estrés del trabajo y del día a día hace más necesaria una pequeña desconexión y descansar.

-¿Se sigue pensando que el turismo de paradores es elitista?

-El parador de Santo Estevo está pensado para todos los bolsillos, aunque al final está claro que todo depende de lo que uno busque. Sí es cierto que aún hay gente que cree que es caro, pero hoy en día eso ya no es así.

-¿Sigue siendo un lugar abierto?

-Cualquiera puede ir. Allí además de contemplar la arquitectura hay exposiciones como la de Florencio de Arboiro. Se puede tomar algo o disfrutar del Spa. No hay ninguna obligación de alojarse allí para verlo.

-¿Cómo se presenta la entrada del otoño?

-Estamos organizando muchas convenciones con empresas y colectivos. Además, aún tenemos bodas hasta octubre.

-¿Hay mucha lista de espera para las bodas?

-Este año llevamos ya treinta y cinco y cada vez hay más demanda. Los novios buscan algo lo más perfecto posible y los invitados cuando llegan se quedan muy sorprendidos.

-¿Cuál será la próxima cita gastronómica?

-Una de las apuestas importantes son las jornadas gastronómicas. En noviembre el producto estrella será la castaña, porque es la época y además estamos en una zona de producción.

-¿Qué balance hace de su primer año en la dirección?

-Muy positivo. Conseguimos hacer un equipo de trabajo cohesionado y eso hace que las cosas se hagan mejor y más a gusto. Eso ha generado buenos resultados.