Anxo traslada su trabajo solidario a Angola, después de dos años como técnico en la Cruz Roja de Ourense
10 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Tras pasar una estricta selección por parte de la Cruz Roja Española, el ourensano Anxo Vila (Ourense, 1981) prepara las maletas para viajar a Angola, donde, durante un año, trabajará en el ámbito de la cooperación internacional. Su primeras palabras son de agradecimiento a la oenegé en la que ha trabajado varios años, sin la cual, dice, personas como él no tendrían la oportunidad de vivir experiencias solidarias como la que ahora inicia.
-¿Cómo van los preparativos del viaje?
-Ahora estaré unos días en Madrid, preparando la información técnica sobre el proyecto y el viernes salgo hacia Luanda, la capital de Angola, donde estaré por lo menos un año.
-¿Cuál será tu labor?
-Mi labor allá va a ser la de delegado de desarrollo económico. Consiste en coordinar un proyecto de inserción sociolaboral para jóvenes desmovilizados por el conflicto de guerra civil en el que se vio sumido el país desde 1975 hasta el 2002, víctimas de las minas antipersona y mujeres víctimas de la explotación sexual.
-¿Esta era tu aspiración cuando entraste en la Cruz Roja?
-Sí, fue la institución que vi como modelo a seguir a la hora de poder realizar este tipo de acciones. Entré como voluntario en la Cruz Roja de Ourense, después de licenciarme en Económicas, y después de dos años pasé a ser técnico, porque surgió una vacante. Seguí mi formación en cooperación y conseguí llegar a ser el candidato a ocupar el puesto de delegado de desarrollo económico.
-¿Qué motivación personal hay detrás de todo esto?
-Es la palabra cooperar. Cooperar significa dar algo pero recibir mucho a cambio. Mi vida se fundamenta en eso. Creo que un proyecto como el que voy a realizar va a significar mucho más en este sentido.
-¿Cuál es el argumento cuando alguien dice que hay problemas aquí sin necesidad de irse fuera?
-La verdad es que poca gente me ha dicho algo así. Espero poder retomar mi labor aquí a la vuelta. Esto es un paréntesis que va a durar un año, pero mi realidad está aquí. Solo puedo decir que la ayuda y la necesidad están en todas partes. Las necesidades surgen en cualquier sitio, porque al lado de un rico siempre va a haber alguien perjudicado.
-¿Tal vez esta experiencia te ayude después a afrontar las cosas aquí de otro modo?
-Totalmente. Tendré una visión renovada, conociendo otra realidad y pudiendo trabajar más profundamente con el colectivo inmigrante. -¿Cómo se vive tu nuevo trabajo en tu entorno?
-Los amigos lo entienden, además de que, si lo miras bien, un año realmente pasa pronto. Y mi familia me apoya mucho, pero tal vez es la parte que más me cuesta de todo esto, la de separarme de mi familia durante tanto tiempo.