«En mi vida se me pasó por la cabeza poder dar un pregón»

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Entrevista | Pablo Garaloces

14 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

?o se podía ni imaginar hace seis meses que el próximo día 24 se convertiría en el pregonero del entroido en la capital. La vida ha cambiado mucho para Pablo Garaloces, de 28 años, después de que un casting le permitiera participar en el concurso de la televisión Allá Tú . Cuatro meses en total permaneció ante de la cámara. Un tiempo suficiente como para sentirse enganchado al espectáculo. -¿Qué sintió al saber que iba a ser el pregonero? - Me siento muy honrado de representar a mi ciudad, que es Ourense, y de ser ourensano. En mi vida se me pasó por la cabeza poder dar un pregón, que para mi es una fiesta muy importante. Yo soy en mí mismo fiesta y me siento muy vinculado con el entroido. -¿Cómo lo vive? -Siempre a tope. Es una fecha de desconexión. De pasar de una vida tranquila, a vivir una fiesta de 24 horas multiplicada por siete. -Algo nos podrá avanzar de su pregón - Queremos hacer algo diferente. Yo seré el maestro de ceremonias, pero en el acto estarán integrados cada uno de los colectivos que conforman y representan el entroido en la ciudad. - Cuatro meses en un concurso de televisión. Mucha gente pensó que usted no quería ganar, que lo que le interesaba era simplemente estar más tiempo -No es cierto. Me quitaba muchísimo tiempo. Me iba cuatro días a Barcelona y todo lo que no diseño (es diseñador de profesión) no lo gano. Decían que era al azar. Como daba juego en el programa supongo que hacían algo, pero no lo puedo asegurar. Ellos siempre me decían que era el azar. Fueron casi 100 programas. Si te pagaran por programa entonces sería otra cosa. -¿Cuánto cambió su vida desde su paso por la televisión? -Muchísimo. La gente me para por la calle y me apoya. Es una pasada. No fui consciente de lo que podía significar hasta ahora. -¿Por qué decide un día presentarse al casting de un concurso? -Yo soy diseñador y estaba en casa. Ponía la televisión a esas horas y me pareció un programa sencillo en el que el azar era lo importante. Y como yo nunca he tenido mucha suerte pensé «voy a cambiar mi vida». Llamé y me respondieron. A finales de mayo del año pasado llamé, y en septiembre hice el casting. Salí del concurso el día 1 de febrero. Al final gané 18.000 euros a repartir; así que al final me quedaron siete mil y poco. -Al final fue más importante darse a conocer que el premio en metálico. Sus imitaciones de personajes famosos le hacían aparecer más que el resto de los concursantes en pantalla. - La experiencia la aproveché y lo absorbí lo máximo posible. Me di cuenta de que me gusta la televisión. Al principio me daba algo de miedo la cámara pero después me la quería merendar. Añadir a todo esto el trato que me dieron, que fue de lujo. Pasamos muchas horas juntos. Se establece un vínculo de amistad muy grande. Es como un Gran Hermano, pero sin cámaras. Aquí no hay competitividad entre los concursantes, porque todos tienen la oportunidad de ganar. Me impactó el mundo de la televisión. -¿Le ha salido algún proyecto en ese medio? - Nada en concreto. Pero sí hubo alguna persona que me dio una palmada en la espalda. Eso es bueno. Nunca se sabe. -Francisco Umbral o Boris Izaguirre, ¿desde cuándo imita a otras personas? -Desde muy pequeñito. Mi madre me decía que imitaba a un cura de mi pueblo. Y todos esperaban a que viniera a casa para que yo lo imitara. Siempre fui un payasete. Como me río yo mismo con mis tonterías es como una terapia. La mayoría de las imitaciones que hago es de la gente que me rodea. De los famosos, sobre todo me pedían a Fracisco Umbral, Boris Izaguirre y David Bustamante. Incluso me dijeron que me vio Carlos Latre y que me auguró un buen futuro.