Hay gestos que valen más que mil chistorras, perdón, que mil lechugas, perdón, que mil palabras. Que se lo pregunten a Juan Francisco Serrano, hace nada mano derecha de Santos Cerdán, aquí llevándose la izquierda a la cabeza como si se acabase de enterar de que él también forma parte del Partido Socialista. Serrano. Habiendo sido hombre de confianza de Cerdán, apellidarse Serrano, y no Jabugo, podría ser un atenuante. El secretario adjunto de Organización socialista comparece ante el pelotón de investigación del caso Koldo en el Congreso y con un abrir de boca entra en la historia de las frases célebres pronunciadas por la dirigencia de un partido con 146 años de vida. Va sobre el marido de la Paqui, la mujer más esperada en El Corte Inglés. O sea, va sobre Santos Cerdán: «Nunca vi en él un nivel de vida desproporcionado», dice. No ver. Hay quien dirá que a lo mejor ese es el problema, desproporcionado, de este PSOE.