El milagro de la pizza

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

María Pedreda

09 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La cita es el tercer día de cada mes. Desde hace cinco años, centenares de personas de toda Italia se reúnen en Trevignano, una pequeña localidad de poco más de cinco mil habitantes al lado del lago Bracciano, a las puertas de Roma, para contemplar el milagro.

Arriba, en un cerro convertido en santuario, una mujer que se hace llamar Gisella Cardia asegura que entra en éxtasis y transmite los mensajes de la Virgen. Hasta aquí todo podría parecer normal, pero la presunta vidente se pasó de la religión a la gastronomía y eso desató la curiosidad italiana.

Según se ha publicado, la vidente habría sido testigo de la multiplicación de los panes y los peces en versión italiana. «Estábamos en el cerro bendito donde aparece la Virgen María y un amigo nos invitó a su casa. No había cena para quince personas, solo un plato con algunos ñoquis y un poco de conejo. Para sorpresa de todo el mundo, cuando empezamos a servirlo, la cantidad no disminuía y todos cenamos. Incluso sobró comida».

En otra ocasión, la supuesta vidente explicó el mismo milagro, esta vez con una pizza. «Un día una amiga trajo una pizza pequeña, suficiente para unas tres o cuatro personas, pero en casa éramos veinte. No sé cómo fue posible, pero todos cogimos un trozo y la pizza no se acabó nunca». Bueno, yo lo del conejo con ñoquis creo que tiene un pase, pero lo de la pizza no me lo trago.

La Iglesia desconfía y ha contratado a un especialista en la Virgen para desenmascarar el fraude, ¿Dónde se estudiará eso? Pero el verdadero problema está en los fabricantes de pizza, que han puesto el grito en el cielo, nunca mejor dicho (falta por aclarar si la vidente lo puede hacer con cualquier tipo de pizza o tiene que ser de un tipo determinado).

Recientemente, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, uno de los dieciséis existentes, declaró formalmente falso el presunto fenómeno sobrenatural de la multiplicación de pizzas y ñoquis que anunció la vidente italiana, para tranquilidad de las comercializadoras de pizza sin intervención divina. Pagaría una fortuna por estar en esa reunión.

Me preocupa lo que está pasando. Antes, aunque con matices, todo el mundo aceptaba sin discusión el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, pero ahora, con el resurgir de los movimientos nacionales de extrema derecha, unos multiplican pizzas, otros quiches lorraine y en Madrid quieren extender el milagro a multiplicar gallinejas. Hace falta un dicasterio que controle los milagros gastronómicos.

En fin, siempre ha habido inventores de milagros, desde los viejos vendedores de crecepelos a los políticos italianos actuales, pero, per favore, no toquen los ñoquis.