Oxímoron en política

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

Alberto Ortega | EUROPAPRESS

29 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nunca una derrota ha sido tan dulce ni una victoria tan amarga». La frase se atribuye a Alfonso Guerra, pero no la pronunció en relación con las elecciones del pasado domingo, sino tras las del 3 de marzo de 1996 (La Voz de Galicia, 5.3.1996). Aquel día, el Partido Popular, que lideraba José María Aznar, venció al PSOE, pero no logró la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Cuentan las crónicas que quienes se asomaron aquella noche al balcón de la sede del PP mostraban decepción en sus rostros. No obstante, Aznar llegó en mayo a la Moncloa con el apoyo de Convergència i Unió tras firmar el Pacto del Majestic.

Veintisiete años después se han repetido hasta la saciedad los oxímoron dulce derrota y amarga victoria, aplicados al PSOE y al PP, respectivamente. Decenas de periódicos los han empleado para ofrecer una interpretación de lo ocurrido el domingo. Son sugerentes y muy expresivos. Tanto que Amarga victoria ya fue el título de una película de 1939 en la que Bette Davis encarna a la protagonista, una mujer rica que es operada con éxito de un tumor cerebral.

 Pero este resulta ser maligno y ella se va quedando ciega.

El oxímoron es una figura retórica que consiste en combinar dos palabras o expresiones de significado opuesto, como instante eterno o silencio atronador. «Muero porque no muero», escribió la santa de Ávila. Y fray Luis de León: «Oh, muerte que das vida». Quevedo dice del amor que es «hielo abrasador, es fuego helado, / es herida que duele y no se siente...». El término oxímoron aparece en los diccionarios mediado el siglo XIX. Desde entonces y hasta tiempos recientes fue palabra llana, oximoron, y así la escribían Borges y Sábato, aunque también se usaba como aguda, oximorón. Inicialmente fue definida como «figura que consistía en ocultar bajo un absurdo aparente un agudo sarcasmo». En el diccionario de la Academia entró en el 2001, ya como esdrújula, oxímoron.

Mucha gente duda sobre el plural de este sustantivo. El Diccionario panhispánico de dudas dice que se mantiene invariable, los oxímoron, pues en español no existen plurales sobresdrújulos, con las excepciones de los de régimen y espécimen (regímenes y especímenes), con cambio de la sílaba tónica. Aunque hipérbaton tiene el plural irregular hipérbatos además de usarse como invariable, los hipérbaton. En la misma línea, se utilizan los oxímoron y oxímoros, que hoy se considera aceptable.