«Postureo» mental

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

Martina Miser

02 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Salud mental. Suicidio. Antes era tabú y ahora las palabras hasta parecen desgastadas. Rotas de tanto usarlas. Chicles que dejan con hambre. Existe un ecopostureo, un exceso del relato y déficit de la acción en el ecologismo. Ocurre lo mismo con la salud mental. Se ha roto aquel precinto para pasar a una exposición en la que a los instagramers les suma si tienen un problema psicológico, un trastorno confesable. Como si estuviera de moda. Claro que hay que hablar del tema, rescatarlo de aquel sótano en el que estaba, pero también atacarlo. Es como si lo importante fuera la forma y no el fondo. Una bonita frase desde un escaño, un corazoncito en la cuenta de Twitter, una foto de un abrazo en Instagram, una lágrima resbalando por el grupo de WhatsApp. Lancemos flores y felicitémonos por lo abiertos y empáticos que somos ahora. Ese es el espíritu. Pero de poco sirve si los jóvenes con problemas graves no reciben una atención continuada porque el sistema carece de recursos. De nada vale si la sociedad sigue marcándoles a los mayores el camino de salida como si su tiempo ya hubiera pasado. Es inútil si en el fondo se sigue colocando la etiqueta de la debilidad al que sufre un ataque de pánico o de ansiedad, si se continúa confundiendo la depresión con la simple tristeza, si se percibe el autismo como una rareza de carácter, y se le pone la medalla de la fortaleza al que pisotea con alegría. Para que luego llegue, además, de propina el gurú de turno, a asegurar que la solución a todo está en el interior y que únicamente no es feliz el que no quiere. Lógica aplastante. Qué mas da vivir en Dinamarca o en Somalia, tener un horizonte luminoso o aterrador. Puro postureo mental.