¡Por fin sólo!

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

RAMON LEIRO

04 mar 2023 . Actualizado a las 13:20 h.

Cuando la Real Academia quitó la tilde diacrítica a la palabra solo (llevaba tilde si se trataba de un adverbio y equivalía a solamente; no la llevaba como adjetivo) muchos escritores contestaron la norma: les parecía un empobrecimiento del idioma. No les disgustó sólo a ellos, también a otras personas amantes de la lengua. Protestaron sobre todo los que sabían distinguir el adjetivo del adverbio, distinción que algunos consideraban elitista. Asombra que tantos estimen elitista la ortografía y les parezca un abuso suspender por agraviarla. Hasta anteayer, un escrito con faltas equivalía a presentarse a trabajar con lamparones en la ropa y oliendo a choto.

La Academia acaba de rectificar. Quienes no distinguen pueden omitir la tilde, pero al menos se recupera para los demás. Hace bien en dar libertad para el matiz, siquiera optativo: los que quieran matizar pueden.

Esta semana el informe Pisa subraya las diferencias entre chicos y chicas. Especialmente en los resultados en lectura —muy superiores las chicas— y en matemáticas y física, donde los varones se defienden mejor, pese a que han sido coeducados para evitar ese estereotipo. También se han publicado estos días nuevos estudios sobre —por decirlo rápido— las diferencias cerebrales entre unas y otros que explican por qué las niñas maduran antes. Pero si intenta usted escolarizarlos de modo que reciban un trato diferenciado, ¡ah bueno!, entonces segrega. Y, como la ortografía, también eso es elitista.

Se agradece que la Real Academia dé libertad para matizar y permita el comportamiento inteligente, tan necesario. Poco a poco quizá consigamos reconvertir la inhumana paremia «calumnia, que algo queda» en «matiza, que algo queda».