Los días indecisos

Xose Carlos Caneiro
xosé carlos caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

MONCLOA PALACE | REUTERS

30 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Estos días uno contempla el coso político como un disparatado entremés. Los protagonistas principales entran y salen de escena como olas de mar, con sus espumas y sus aguas: unas más sucias que otras. Estos días indecisos, la verdad es una quimera y el sentido común huye bajo las alcantarillas. Ya hemos escrito de casi todo. De la arrogancia. De las cuevas sin fondo del lenguaje inclusivo (el síntoma más evidente de la tiranía de la cultura woke). También hemos hablado del teatro de variedades de los ultras de uno y otro lado. De los separatistas que se quieren separar sin que nadie se lo pida. De los indultos. De la vergüenza y sus vergüenzas. Pero de lo que todavía no hemos hablado es de las lecciones que imparten a diario los caballeros y damas del Gobierno. 

Uno comienza a estar harto de tanta miscelánea moral. Defiende la Constitución, públicamente, el Ejecutivo que ha dado alas a aquellos que quieren acabar con la Constitución. El Gobierno contra el que ha sentenciado en cuatro ocasiones (¡cuatro!) el Tribunal Constitucional (TC): contra el cierre del Parlamento durante la pandemia, el estado de alarma, el nombramiento de Rosa María Mateo como directora de TVE y la inclusión de Pablo Iglesias en el CNI.

Cuatro veces el máximo órgano judicial de nuestro país, el que vela por nuestra Constitución, ha señalado al Gobierno como infractor de la Constitución. Es la paradoja permanente. El oxímoron perfecto. La perplejidad en estado puro.

Otro de los asuntos que vulnera toda razón es que el PSOE, sostén principal del Gobierno, exhiba la corrupción como un mal exclusivo del PP. Resulta didáctico escuchar a los humoristas detractores de la derecha. Curiosamente, el humor, como la cultura, es de izquierdas o no es. Siguen hablando de los «sobres» del PP, de la Gürtel, de Camps (al que no ha condenado ningún tribunal), y un largo etcétera. Obvian, sin embargo, el mayor pozo de corrupción en Europa: el caso de los «ERE» andaluces (donde gobernó durante casi cuarenta años el PSOE).

Ilustraré mi opinión con los datos presentados en la Comisión de Justicia del Congreso (2009) por el entonces fiscal Conde Pumpido, actualmente presidente del TC y nada sospechoso de confraternizar con la derecha. Reveló, bajo la gobernanza de Zapatero, que se estaban tramitando 730 causas contra cargos públicos por corrupción. PSOE y PP se llevaban la palma, con 464 del total, 264 el Partido Socialista y 200 el PP. Más: Coalición Canaria, 43 causas; CiU, 30; Partido Andalucista, 24; Izquierda Unida, 20; GIL, 17; Unió Mallorquina, 7; Esquerra Republicana de Catalunya, 5; BNG, 3; y PNV, 3. Ganaba el PSOE por mucha diferencia. Cito estos datos porque, al ser facilitados por Conde Pumpido, nadie pondrá en duda su imparcialidad.

Termino. En estos días indecisos parece que el «todo vale» se ha adueñado de la política gubernamental. Harán lo posible para que sobreviva Frankenstein. A Feijoo solo le queda soportarlo y, después, ganar.