No se habla de dinero

Pedro Armas
Pedro Armas A MEDIA VOZ

OPINIÓN

Luis Tejido | EFE

23 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Para los neoliberales todo el dinero debiera ser privado. Llaman social-comunista a este Gobierno por intervenir en materia de impuestos, como habrían llamado bolivariano a Wendell Holmes por afirmar que «los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada», aunque hubiese sido el juez más longevo de la Corte Suprema de EE.UU., profesor en Harvard y uno de los más influyentes en el derecho anglosajón.

El mensaje neoliberal ha calado. Los barómetros del Instituto de Estudios Fiscales y del CIS demuestran que los españoles son cada vez más críticos con el sistema impositivo. Esa deriva en la percepción social preocupa al Gobierno, que ha encargado una campaña de imagen a la agencia Good News. El país está necesitado de buenas noticias, pero sorprende que a estas alturas haya que recordar que las infraestructuras y los servicios públicos dependen de los impuestos y que gracias a ellos se construyen escuelas, hospitales y carreteras.

Es lógico que ocho de cada diez españoles consideren que la recaudación es injusta; es normal que seis de cada diez crean que reciben menos de lo que pagan; es ilógico que la mitad piense que apenas recibe nada de la Administración. Los más recalcitrantes están convencidos de que el Estado se enriquece a costa de sus impuestos, mantiene ministerios o chiringuitos innecesarios y empeora su vida cotidiana. Han olvidado los aplausos de ventana y balcón durante la pandemia.

Los más neoliberales hablan del aumento de la presión fiscal en España, comparándola con algún país escogido a propósito, y de la necesidad de deflactar el IRPF, como si eso fuese a resolver los problemas de los consumidores. Hablan de bajar impuestos, pero no dicen a quién y por qué. Aunque hablan con los ricos para seguir controlando a los pobres, a la vez que piden el voto de los pobres para seguir garantizando el estatus de los ricos, nunca hablan de riqueza o pobreza, ni siquiera de dinero. Es de mala educación hablar de dinero, sobre todo de dinero público.