Orgullo americano

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

OLEG PETRASYUK | EFE

11 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizá tengamos que elegir entre dos imperialismos: el americano y el chino, cada uno con sus aliados. En un caso, Europa, Canadá, Australia y poco más. En el otro, además de Rusia, casi toda Asia y buena parte de África y Latinoamérica. Malcom Kyeyune publica un ensayo en Compact sobre los dos tipos de imperialismo. Un bloque sigue el modelo tradicional: meter miedo y dar recursos para, después, llevarse toda la riqueza. El otro, cada vez más empobrecido, intenta un control de las mentes a base de alentar una nueva moral. Kyeyune lo llama Woke Imperialism. Viene a decir que el imperio americano que antaño pudo organizar y financiar el Plan Marshall para reconstruir Europa después de una guerra en la que su ejército resultó decisivo, ahora apenas puede desplegar unos miles de oenegés que predican medidas contra el cambio climático, doctrinas sexuales y familiares variadas, control demográfico, feminismo, teorías raciales. Un control de las mentes que solo tragan las clases medias urbanas del bloque occidental. Luego llegan las grandes multinacionales tecnológicas, las farmacéuticas, los grandes grupos de comunicación... para recoger las ganancias.

Este enfoque requiere muy poca inversión, por lo menos si se compara con financiar infraestructuras ferroviarias o con mantener ejércitos enormes y carísimos. China ya tiene bastantes más barcos de guerra que EE.UU., por ejemplo. Quizá por eso hay una guerra en Europa contra el otro bloque en la que Ucrania pone los muertos y los europeos cofinancian. Como estamos en junio, el autor bromea con la bandera arco iris que ondeará orgullosa en todas las naciones del imperio. Imperial Pride, dice.

@pacosanchez