Mi padre usa con frecuencia una vieja trenca que suma ya más de 40 inviernos y otros tantos otoños. Tantos como La arruga es bella. Le queda fenomenal, tan moderna como cuando la diseñó, aunque es cierto que es un hombre que no ha cambiado mucho de talla ni de arrugas. De él aprendí que la esencia de una marca de moda es algo más que fabricar ropa.
La ropa no se tira. Aunque nos lo podamos permitir, el planeta no lo soporta. Una prenda duradera, atemporal, puede vestirnos durante años y, si no somos capaces de adaptarla o cederla, hemos de tener la capacidad industrial de reciclarla y transformarla para una nueva vida.
Galicia tiene ahora una gran oportunidad para invertir en plantas de reciclaje de ropa: una nueva industria necesaria que estamos promoviendo desde el plan estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del sector. Del mismo modo que se está logrando atraer inversión para instalar una planta de producción de fibra de madera para confección, es posible establecer industria de reciclaje textil. Habrá oferta y habrá demanda, pero será necesario empujar para conseguirlo. Las prendas que ahora tiramos serán materia prima de la ropa del futuro, como ya lo son las fibras de madera de bosques sostenibles con las que confeccionamos nuestra colección Vístete de árbol. El proyecto incluye prendas confeccionadas al 100 % con este tipo de telas, así como mezclas con otros tejidos tradicionales de algodón, lino o lana.
En marzo, en las mismas fechas en que celebrábamos los 25 años de nuestra empresa en bolsa, lanzamos Zeitgeist, un concepto que se difunde en el romanticismo alemán y que podría traducirse como el espíritu de los tiempos. Ese día, Adolfo Domínguez presentó en Madrid su última colección. La elección responde tanto a nuestra propuesta estética como a la filosofía de esta marca de moda de autor. Reforzamos los compromisos de sostenibilidad y transformación digital que la compañía vive desde el año 2016 con campañas ya icónicas como Sé más viejo y piensa. Luego compra, a las que sucedieron Materia gris o la actual Zeitgeist.
Adolfo Domínguez continúa interpelando a la sociedad en un diálogo para impulsar un modelo de consumo más responsable y que empuje a la reflexión sobre la longevidad de las prendas de vestir. La sostenibilidad en la moda debe encontrar un equilibrio entre lo que producimos y lo que consumimos, teniendo en cuenta los recursos disponibles hoy y las necesidades de las generaciones futuras.
La crisis global provocada por el covid-19 y su repercusión en la economía ha generado una nueva realidad que, definitivamente, ha transformado el comportamiento de los consumidores. Debemos asumirla como una oportunidad acelerada para la innovación y el emprendimiento. Si durante la última década ha venido constatándose un proceso de transformación digital en el sector textil, la pandemia del coronavirus ha acelerado aún más el ritmo del cambio y la velocidad de la transformación.
La dimensión tecnológica en Adolfo Domínguez es una prioridad. El 53 % de las iniciativas que se llevarán a cabo en los próximos años desembocan en el ámbito digital y en su implementación, en ciberseguridad, en los canales online o en el conocimiento del cliente a través de estrategias orientadas al dato y a la información. Y, por supuesto, en la innovación.
Estamos, sin duda, ante una nueva época y Zeitgeist, en la que se incluyen piezas desmontables, sostenibles y ricas en investigación creativa, es nuestra respuesta, en la que se convive con esa mirada genuina que celebra el recuerdo de las cosas que fueron.