Diplopía: ver por dos

Francisco Gómez-Ulla de Irazazábal DIRECTOR MÉDICO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO GÓMEZ-ULLA. CATEDRÁTICO DE OFTALMOLOGÍA

OPINIÓN

María Pedreda

07 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La caída de Marc Márquez en el Gran Premio de Indonesia de MotoGP ha puesto en la palestra la diplopía, un término que puede no decir mucho por sí mismo, pero que podemos simplificar hablando de visión doble. Sin duda, una alteración ocular compleja cuyos pacientes representan un reto a nivel oftalmológico, justo por esa complejidad a la que aludía y que se traslada a los mecanismos que están implicados en el control de los movimientos oculares.

Cuando abrimos y cerramos los ojos, ambos miran hacia un mismo lugar para que el cerebro procese la visión de cada uno de ellos como una sola imagen. Sin embargo, en las personas con diplopía esto no es así. Cada ojo percibe un mismo objeto en un punto distinto del espacio, haciendo que el cerebro lo interprete como si existieran dos. Además, no todas las diplopías son iguales, sino que en función de dónde aparezca la imagen duplicada pueden ser horizontales (si se produce de lado), verticales (si se da arriba o abajo) u oblicuas (cuando aparece en diagonal).

Son muchas las causas que pueden originar la visión doble. Desde cataratas, desplazamiento del cristalino, anomalías en la córnea, defectos refractivos que no se han corregido debidamente, enfermedades en la parte central de la retina o la parálisis de los músculos o de los nervios oculares. En todas ellas (diplopías monoculares) desaparece la visión doble cuando tapamos el ojo enfermo, salvo en las últimas, en las que la diplopía (binocular) desaparece siempre que tapemos cualquiera de ellos indistintamente pues se debe a una pérdida del paralelismo de los ojos (estrabismo paralítico).

En todas las diplopías monoculares este síntoma se resuelve temporalmente tapando el ojo que produce la visión doble, hasta que solucionemos el problema estructural del ojo. En la situación del estrabismo paralítico, además de averiguar cuál ha sido su causa (traumatismo, problemas neurológicos, etcétera) y tapar alternativamente cada día un ojo, si el problema persiste más allá de un plazo razonable tendremos que intentar solucionarlo probando primero con prismas en las gafas, para desplazar la imagen que produce la visión doble; si no funciona, podemos optar por inyecciones de bótox, especialmente en casos de parálisis de los músculos oculares, y, si todo esto falla, recurriremos a la cirugía.

Se trata de una patología muy molesta que repercute en todas las actividades de la vida del paciente y en la que el diagnóstico precoz, como ocurre en muchas otras enfermedades oculares, juega un papel clave. Recuerden: ante un inicio brusco de visión doble deben acudir rápidamente al oftalmólogo.