Aníbal Figueiras Vidal

luis castedo CATEDRÁTICO DA UNIVERSIDADE DA CORUÑA

OPINIÓN

06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado día 4 fallecía en Madrid un gran ingeniero de Telecomunicación, Aníbal Figueiras Vidal. Nacido en Vigo en 1950, y catedrático con tan solo 26 años en la Universidad Politécnica de Madrid, le fue encargado en 1984 la creación de la actual Escuela de Telecomunicación de Vigo, la tercera de España tras las de Madrid y Barcelona. También sería comisionado en 1995 para crear los estudios de Ingeniería de Telecomunicación en la Universidad Carlos III de Madrid. Posteriormente, fue presidente de la Real Academia de Ingeniería de España y había sido nombrado recientemente académico honorario de la Real Academia Galega de Ciencias. 

Persona infatigable con una extraordinaria capacidad de trabajo, sus méritos científicos estuvieron a la altura de su excepcional trayectoria académica. Pionero de la introducción en España del procesado de señal y de su posterior evolución hacia la inteligencia artificial y la ciencia e ingeniería de datos, deja un impresionante legado de trabajos científicos y de tesis doctorales dirigidas a un incontable número de discípulos, que ahora mismo ocupan puestos de relevancia en numerosas universidades de toda la geografía nacional.

Los que hemos tenido el privilegio de trabajar con él podemos dar testimonio de su pasión por avanzar en el conocimiento, su perpetuo inconformismo, su continua búsqueda de nuevos retos, la increíble rapidez de su pensamiento, su memoria prodigiosa y la vehemencia de todas sus acciones. Aníbal era bien conocido por su fuerte personalidad y su temperamento volcánico, que rápidamente se aplacaba ante la sugerencia de una comida o una ronda de bebidas. Era un digno portador del mismo nombre que el general cartaginés capaz de poner a Roma contra las cuerdas. Nos ha abandonado una persona irrepetible que deja una profunda huella en la ingeniería de nuestro país.