Pablo Casado, a la cumbre o al cadalso

OPINIÓN

Eduardo Parra | Europa Press

19 ene 2022 . Actualizado a las 13:57 h.

La fecha exacta está por ver, pero Pablo Casado está igual de cerca de entrar en la Moncloa como de darse el tortazo definitivo. Desde que empezó la cuenta atrás en Castilla y León, el hombre es el novio en la boda y el niño en el bautizo, claro que de tanto exponerse quién sabe si no acabará siendo el muerto en el entierro. No hay día en el que el eterno aspirante del PP no comparezca en público, una mañana rodeado de vacas, la otra de agentes de turismo. Él se está gustando bastante, y el affaire Ayuso ha pasado a célula durmiente, lo cual puede ser un alivio, o todo lo contrario; por ahora el hombre va disimulando que tiene en casa una granada sin anilla. Mientras tanto, se va moviendo con la agilidad propia de su edad y de la alimentación mediterránea. Los García Egea y compañía dirán que tiene el gesto de quien asciende los escalones del poder hasta hacer cumbre. Tarde o temprano se sabrá si en realidad no marchaba demasiado confiado hacia el cadalso.