¡Pagadles más!

Carlos Gutiérrez Calderón SECRETARIO DE ESTUDIOS Y FORMACIÓN SINDICAL DE CC.OO.

OPINIÓN

21 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Existe una controversia sobre el porqué en determinados sectores de actividad productiva las empresas no encuentran trabajadores para cubrir una demanda creciente de trabajo impulsada por el crecimiento económico en un país, como el nuestro, con casi 3,5 millones de parados; el 14,57 % de la población activa.

Este fenómeno no es exclusivo de España. En contextos distintos, con una dimensión, profundidad y características diferentes, esta misma situación se observa en otros países de nuestro entorno occidental. En Estados Unidos se alcanzan cifras récord de vacantes laborales e incluso se ha acuñado el concepto «gran renuncia» (great resignation) para referirse al «masivo» abandono de puestos de trabajo por los trabajadores. También hemos podido leer información sobre la falta de trabajadores para ocupar determinados puestos de trabajo en países como el Reino Unido, Alemania o Dinamarca.

El empresariado patrio sitúa la causa explicativa en el déficit de trabajadores cualificados y en un sistema educativo que no forma en las capacidades y habilidades que el mercado, es decir, las empresas, están demandando. Por el contrario, nada dicen sobre el modelo productivo y la sobrecualificación de los trabajadores. Otras veces deslizan que son las «generosas» ayudas públicas, las «paguitas», las que desincentivan que los trabajadores aceptemos cualquier puesto de trabajo que nos ofrezcan. Como si, de ser cierto, el tener la libertad para rechazar la precariedad, los salarios de miseria y la sobreexplotación fuese un problema.

Por ajustar los términos del debate debemos señalar que a día de hoy en España hay un número mayor de asalariados que antes de la pandemia. En efecto, hemos pasado, según datos de la Encuesta de Población Activa, de 16,7 millones de asalariados en el tercer trimestre del 2019, a 16,9 millones en el mismo trimestre del 2021. Ahora bien, la crisis y la intensidad de la recuperación económica en la que estamos inmersos no se han repartido por igual en términos sectoriales. La destrucción y creación de empleo durante el tiempo transcurrido desde el 2019 se ha distribuido de forma asimétrica.

En opinión de CC.OO., aunque habría que analizar sector a sector en los que se manifiesta supuestamente esta problemática para distinguir las causas explicativas, ya que seguro son diversas, consideramos que existe un denominador común que es condición sin la cual no se puede explicar este fenómeno: las malas condiciones laborales y salariales.

No hay que exprimirse mucho la cabeza para entender que ante una situación laboral caracterizada por la precariedad (contratación temporal irregular, rotación permanente de puesto de trabajo, condiciones económicas de subsistencia y laborales de explotación, jornadas extenuantes, fraude en la contratación a jornada parcial, imposibilidad de conciliar, etcétera) lo primero que hagamos los trabajadores sea huir de esa situación y optar por la oportunidad que mejore nuestro empleo y, por tanto, nuestra calidad de vida. Ilustra muy bien este hecho el caso de convenios colectivos que llevan sin renovarse años y, en consecuencia, sin actualizarse ni tampoco mejorarse las condiciones laborales y salariales, de sectores en los que la patronal está denunciando la falta de trabajadores. Es el caso, por ejemplo, de la hostelería. En Murcia el convenio colectivo de este ámbito lleva sin renovarse desde el… ¡2009! Desde el 2011 en Asturias.

Existen problemas en otros sectores que también dan muestra de la precaria situación laboral que sufren los trabajadores. Por ejemplo, el convenio de TIC mantiene ocho categorías laborales por debajo del salario mínimo interprofesional (965 euros). También tenemos el caso de los supermercados de Castilla y León donde los trabajadores han convocado una huelga para exigir un salario digno. O, finalmente, lo ocurrido recientemente en el sector del transporte por carretera, en el que la patronal salió denunciando la falta de trabajadores y CC.OO. respondió que eso era un «mantra», que era la ausencia de «condiciones de trabajo dignas» lo que estaba ocurriendo realmente.

En definitiva, como susurró a los empresarios el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, el pasado mes de junio cuando en una rueda de prensa le preguntaron sobre la preocupaciones del empresariado estadounidense por la falta de trabajadores para cubrir la demanda de trabajo: Pay them more! Que traducido al castellano viene a ser que se abran a mejorar nuestras condiciones laborales y salariales.