Contra la desgana

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Javier Etxezarreta

22 oct 2021 . Actualizado a las 19:21 h.

Escribir sobre política en nuestros días es como escribir sobre el agua: la tinta no tiene a qué agarrarse. Los políticos dicen lo que les parece, sin la prudencia ni la contención obligadas, y se desdicen al día siguiente sin mudar el gesto, sabedores de que nosotros, la masa, olvidamos también de un día para otro y tendemos a votar siempre a los mismos o contra los mismos. No recuerdo quién lo decía hace unas semanas: antes votabas a los que mejor representaban lo que pensabas, y ahora piensas en función de lo que has votado. La mezcla de los dos factores -la desfachatez de los políticos, que ya no necesitan mostrarse coherentes, y el voto sentimental- ha generado polarización y violencia, pero también su contrario: el tedio, fruto de una falsa impotencia, la misma que me abruma cuando alguien se acerca a pedirme que dé caña desde esta columna. Como si eso sirviera para algo.

Esta semana, por ejemplo, Otegi escenificó -que esta palabra esté tan de moda resulta significativo- una petición de perdón en la que no se pedía perdón y que solo los muy cafeteros quisieron creer. Quizá ni esos. Nadie dudó, sin embargo, de sus declaraciones del día siguiente en las que cambiaba votos a los presupuestos por la libertad de 200 presos etarras. Y, de nuevo, muy pocos habrán escuchado o leído sin sonreírse la posterior rectificación y el desmentido airado de Sánchez. Ya habían sonreído antes con la encuesta del CIS, que seguirá publicando datos inverosímiles del mismo modo que nuestros representantes seguirán mintiendo y desmintiendo sin rubor, mientras suben el pan y la luz. Hay que resistir, porque escribir entre mentiras produce desgana y melancolía. Y eso nunca.

@pacosanchez