Los bajos fondos

Pedro Armas
Pedro Armas AL DÍA

OPINIÓN

Chema Moya

22 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Liga española se vende a un fondo de inversión internacional. No solo es cuestión de fútbol, es cuestión de fondo: ¿quién manda aquí? Los dirigentes no; pocos dirigentes dirigen, casi todos obedecen. Mandan los mercados, pero ¿quién manda en los mercados? Entre crisis y pandemias asumimos que los mercados vagan sin regulación. Damos por hecho que antes estos mercados estaban regulados y respondían a la economía real.

Hace unas décadas doscientas multinacionales controlaban la mitad del comercio mundial de mercancías pero también de capitales. ¿Mandan aún las multinacionales? Una respuesta afirmativa, rotunda, encantaría a los marxistas relictos. Claro que mandan las multinacionales, sin embargo muchas ya no son empresas manufactureras, industriales, fabriles, propias del modelo fordista de producción. Ahora cuentan con factorías fragmentadas, deslocalizadas, con la producción globalizada para reducir costes en capital humano, aunque sobre todo están preocupadas por mover capital financiero.

Mandan las multinacionales, pero ¿quién manda en las multinacionales? Mandan los fondos, los fondos de inversión libre (hedge funds), los fondos de cobertura, los fondos de capital riesgo, los fondos soberanos, los fondos de pensiones, etcétera. Muchos de estos fondos se mueven en los bajos fondos, vinculados a grandes capitalistas, grandes fortunas, grandes banqueros, grandes traficantes, grandes evasores. Cuando Máximo Gorki escribió Los bajos fondos todo era más realista y doméstico.

Ahora son estos fondos los que multiplican, de modo exponencial y artificial, la economía, dejándola luego desplomarse, para obtener pingües beneficios con la ficción y el control de la información, en el cual colaboran los medios afines. Los mismos que en los bajos fondos pervierten la economía aparecen acto seguido como sus salvadores, siendo ellos los pervertidores. Eso sí, cuando vienen mal dadas hay que echar mano de la intervención pública para salvar la economía real.