«Killer» Sánchez

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Borja Puig de la Bellacasa

11 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La remodelación del Gobierno ha sido mucho más profunda y de más calado político de lo esperado. Se podría calificar incluso de revolucionaria. Pedro Sánchez ha ejercido de killer fulminando a la vez a Carmen Calvo, José Luis Ábalos e Iván Redondo, los tres pesos pesados que formaban su núcleo duro. La vicepresidenta se marcha después de perder la batalla por liderar la causa feminista en el Ejecutivo, que ha ganado Irene Montero con el beneplácito del presidente. Un golpe demasiado duro que la dejaba muy debilitada.

El todopoderoso gurú de comunicación estaba totalmente abrasado tras el desastre de la moción de censura de Murcia, que posibilitó el triunfo aplastante de Isabel Díaz Ayuso en Madrid y dio un nuevo impulso a un moribundo Pablo Casado. Redondo no ha sabido imponer los marcos del debate y ha desperdiciado el viento a favor del que gozaban los socialistas. Los enfrentamientos constantes con Calvo les habrían pasado factura a ambos, además de sus malas relaciones con Ferraz. Moncloa vende la salida del considerado «ministro número 23» como una decisión personal, lo que no invalida lo anteriormente dicho. Pero quizá el cambio más inesperado ha sido la salida de Ábalos no solo de Fomento sino también de la secretaría de Organización del PSOE. Sanchista de primera hora y con un claro perfil político, es difícil de explicar en este momento.

La destitución de Calvo, Redondo y Ábalos aumenta aún más el control de Sánchez en el Gobierno tras la retirada de Pablo Iglesias y su sustitución por Yolanda Díaz, menos dada a la confrontación y los rifirrafes fuera de los consejos de ministros. Es como si el mensaje de Sánchez fuera: «el único verdaderamente imprescindible soy yo, los demás, aunque sean los más leales, son intercambiables». Punto final para las manos derechas del presidente, que se ha cargado a todo aquel que considera que podía restarle votos por su desgaste. Quiere pasar página de la pandemia y los indultos con caras nuevas para enfrentar lo que le resta de mandato como si fuera una nueva legislatura. A partir de ahora venderá recuperación económica, feminismo y ecologismo, una fórmula que cree imbatible.