Los libros de aquel verano

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha llegado sigiloso como si tal cosa, el tiempo del verano. Acudió cantando la vieja canción de Mungo Jerry, que con sus docenas de versiones fue, In the sunmertime, la banda sonora de muchos de aquellos veranos infinitos, de tres largos meses de molicie y disfrute, que nos hicieron soñar con mañanas jubilosas, tardes apacibles y noches inolvidables.

Fueron, con el solsticio de junio, los mejores meses de nuestra vida, los más deseados, y consiguieron anclarse en la memoria para recordar invariablemente aquel verano.

Fue también el ciclo anual más efímero con los meses de julio y agosto raudos y volátiles aunque estuvieran llenos de emociones inolvidables. Fue el sueño shakespeariano de una noche de verano con Puck el duende haciendo de las suyas entre Oberon, el rey de las hadas y su mujer la reina Titania, mientras Mendelson ponía música festiva a la escena teatral.

Mi verano fue siempre el que va de virgen a virgen, del Carmen en julio a Nuestra Señora en agosto, aunque lo diera por inaugurado cuando San Juan bendice las olas del mar y se incendia el cielo en hogueras nocturnas. Mi verano es gallego, de verbena y fiesta mayor, de pueblo y pertenencia, de origen y destino, de terraza y gin-tonic, de luna llena y estrellas fugaces que se suicidan en la mar.

Cuando Madrid se inflama por el calor y se calientan las calderas de Pedro Botero acudo a Galicia buscando refugiarme en el colo de la brisa del verano, tan nítidamente presente en la crónica amable de aquel momento en el que fui feliz. Y repaso mentalmente las lecturas que han nutrido mi bagaje literario y acudo a Pavese y vuelvo a su texto Un bello verano, y paladeo la versión original en italiano, rescato el libro de julio de Francoise Sagan Buenos días tristeza, sin olvidarme de Coetzee y su Verano como obra capital, para leer en las indolentes tardes de agosto, o recuperar Muerte en Venecia de Mann, deliciosa lectura que recomiendo. Y no evito citar El Jarama de Sánchez Ferlosio, como libro de otros veranos. Acaso el de este año con tregua de pandemias y covid en retroceso, el libro a leer es Feria de Ana Iris Simon.