El patio de mi casa...

Yashmina Shawki
YASHMINA SHAWKI CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

Jesús Diges

23 mar 2020 . Actualizado a las 08:22 h.

Aunque es un patio muy grande y jamás he cruzado ni media palabra con muchos, ahora estoy pendiente de todos. Siempre saludo al vecino de enfrente cuando coincidimos para tender la ropa. Sé que se llama Fernando y creo que está jubilado tras una grave enfermedad que ha logrado superar. Ahora todas las mañanas cuando levanto las persianas me aseguro de que él y su mujer lo han hecho también. Así mismo me preocupo por el matrimonio que reside debajo de ellos y por el padre viudo con hijos adolescentes y una madre anciana a su izquierda. A mi derecha están Ana y Joaquín con sus dos hijos. Aunque siempre hemos mantenido una relación muy cordial, las ocupaciones diarias han retrasado ese café que decidimos tomar hace más de un año. Ahora nos saludamos todos los días soñando con llevar a cabo esa promesa. «¿Cómo estás? ¿Necesitas algo? Aquí limpiando sobre limpio».

En el piso de abajo vive un médico y aunque siempre me ha molestado que madrugue tanto para ir a trabajar, porque tengo el sueño ligero y oído de gato, ahora me reconforta escucharle salir. Sé que como todos los sanitarios de este país se encuentra en la vanguardia cuidando de los pacientes que llegan al hospital. Los ruidos cotidianos de su familia me confirman que todos siguen sin novedad. También estoy pendiente de mi vecina de planta. Carlota tiene que salir todos los días para cuidar a sus padres ancianos y sé que está muy preocupada por su bienestar. Los wasaps y las llamadas regulares rebelan que seguimos en pie. Con Pepe y Rosa, los vecinos del quinto hablo todas las tardes tras el aplauso de las ocho. Por el balcón también compruebo las manos de los otros vecinos a los que no puedo saludar desde el patio. Puede que estemos confinados pero, el patio de mi casa ya no es tan particular sino un mundo que se ha ensanchado.