Covid-19: mantengamos la calma

German Bou FIRMA INVITADA

OPINIÓN

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16 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace escasas semanas vivimos con preocupación y desasosiego las noticias que llegan en relación a la aparición y diseminación desde China, de un nuevo coronavirus, el 2019-nCoV o actualmente renombrado COVID-19. Recientemente la OMS ha declarado la epidemia como una emergencia sanitaria internacional.

Los coronavirus se descubrieron a mediados de la década de los 60. Infectan al hombre y también a distintos animales, incluyendo ganado, murciélagos, así como distintos mamíferos. De los 7 tipos descritos capaces de infectar al hombre, 4 de ellos son los agentes causales del resfriado común, produciendo cuadros de relativa benignidad. Sin embargo, otros pueden causar cuadros clínicos respiratorios más agresivos, como el que en su momento causó el SARS, virus causante del síndrome respiratorio agudo severo; el MERS asociado al síndrome respiratorio del medio oriente, y en la actualidad el COVID-19.

A pesar de la preocupante dimensión de las cifras de afectados y de mortalidad, así como de la información permanente que los medios de comunicación nos transmiten, habría que considerar algunos aspectos que permiten analizar la situación con otro punto de vista: la humanidad ya se ha enfrentado en el pasado a situaciones similares, por ejemplo el SARS (2002), la gripe aviar (2005), la gripe pandémica AH1N1 (2009), y el MERS (2012) entre los casos más llamativos. En la mayoría de estas situaciones el virus desapareció o ya circula de manera estacional como es el caso de la gripe AH1N1; en segundo lugar, el COVID-19 muestra una tasa de mortalidad muy inferior, (en torno al 3 %) respecto a los coronavirus previos, SARS (10 %) o al MERS (37 %), teniendo en cuenta además que en los brotes de virus emergentes la mortalidad se sobreestima por sesgo hacia los casos más graves; en tercer lugar, el 99 % de los casos globales confirmados microbiológicamente a fecha 14 de febrero (47,505) se encuentran en China no habiéndose producido brotes comunitarios fuera de estas fronteras debido a la rápida actuación de los sistemas sanitarios; y en último lugar, resaltar la colosal respuesta de la comunidad científica tras la detección de los primeros casos el 30 de diciembre. Así, el 7 de enero ya se había aislado el virus y 5 días más tarde se hace pública la secuencia genética del nuevo coronavirus. Esto ha permitido en un tiempo récord diseñar pruebas diagnósticas, iniciar la búsqueda de tratamientos y el inicio del desarrollo de una vacuna. Son todas ellas, importantes razones, que invitan al optimismo a pesar de la gravedad de la situación actual.

A fecha de hoy nuestro país está libre del COVID-19 al haberse dado de alta los únicos dos enfermos registrados en España. Además y para tranquilidad de la ciudadanía, resaltar que nuestros hospitales públicos gallegos ya se han preparado ante la eventual llegada del nuevo virus.