Se ha declarado la emergencia climática. Hay que actuar cuanto antes para combatir el cambio climático y el deterioro del ambiente. En Madrid se está celebrando una cumbre mundial en la que, como en anteriores eventos similares, será fácil llegar a acuerdos. Lo difícil es que luego se cumplan. El calentamiento global, el aumento de la temperatura media de la Tierra, es aceptado por la gran mayoría de los científicos y, especialmente, por los integrantes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, que viven de eso. Sigo pensando que es un tema complejo, que depende de un elevado número de variables, cuya evolución y valoración es difícil de predecir. Supongamos que entren en erupción varios volcanes y lancen a la atmósfera ingentes cantidades de partículas en suspensión y de gases, que, dispersadas por los vientos, cubran el cielo de medio mundo. El descenso de temperatura sería importante y trastocaría todas las predicciones de calentamiento. En España tenemos un foco de calentamiento político que está elevando la temperatura y puede originar una emergencia política seria: Cataluña. Los independentistas caldean el ambiente. Para reducirlo es necesario que se imponga la ley.