Lo dice la policía. Tenemos que estar muy atentos con nuestros menores porque los pedófilos ya no van a las puertas de los colegios, sino que hoy en día se esconden en Internet. Visto lo visto se debe supervisar por parte de los padres el uso que sus hijos menores hacen de las nuevas tecnologías. Escápese de dejar a los niños solos con una tableta o un móvil con la única intención de que no molesten. Al otro lado puede encontrarse un desaprensivo que intentará acosar o abusar del menor. Y muchos lo consiguen, ya que manipular a un niño suele resultar sumamente fácil. Es lo malo de las nuevas tecnologías. Que sirven para que estas personas utilicen el anonimato para alcanzar sus criminales intenciones. Situaciones que se ven a diario en despachos de abogados, y en ocasiones el pederasta queda impune por la creencia de determinados padres de que si denuncian acabarán estigmatizando a sus hijos. Hay que denunciar, pues de lo contrario tales individuos seguirán cometiendo sus fechorías. El Código Penal en su artículo 183 recoge unas penas susceptibles de ser aumentadas en una futura reforma legislativa, pues pocos delitos pueden resultar más execrables que abusar sexualmente de un crío. Sería una buena forma de empezar la nueva legislatura con la reforma de este artículo.