No será sin tiempo. Las obras del acceso ferroviario de alta velocidad a Galicia, iniciadas en el año 2008 mediante el empalme de Olmedo con la línea del Norte, comprenden 328 km hasta Ourense, de los que 236 transcurren por Valladolid y Zamora y solo 91 por la provincia de Ourense. Desde finales del 2016, nos beneficiamos del primer tramo inaugurado (96 kilómetros) hasta Zamora.
Si continúa el ritmo actual de las obras, es razonable predecir que, a principios del 2019, Galicia se beneficiará de un segundo tramo (113 kilómetros) entre Zamora y Pedralba, en Sanabria. A partir de entonces restarán dos tramos de la línea. El primero, de 112 kilómetros, une Pedralba y Taboadela, y se halla en fase muy avanzada, como puso de manifiesto este periódico. En cambio, el segundo y último, Taboadela-Ourense, de 17 kilómetros, siguen sin iniciarse pese a disponer de autorizaciones medioambientales y proyectos.
Al viajar en tren en la actualidad observarán de cerca el avanzado estado de las obras de plataforma entre Sanabria y Taboadela. Si es día laborable apreciarán algo novedoso respecto al pasado año. En todos los tajos de obra se trabaja. Personal diverso y maquinaria de obra civil dan vida y acción al remate de túneles y movimiento de tierras que conforman la plataforma, obras de drenaje, canalizaciones de cables e incluso al cierre de la propiedad.
Problemas varios paralizaron las obras hasta un 60 % en el 2016 y 17, afectando sobre todo a los múltiples viaductos que conectan los largos túneles existentes. Hoy se construyen con ritmo frenético al ser vitales para iniciar en su día el montaje de vías e instalaciones, constituyendo los puntos críticos de la obra. Añadamos que Fomento y el ADIF siguen omitiendo el retraso y nula actividad de la alimentación eléctrica de la línea entre A Gudiña y Taboadela. Continuando al ritmo actual, Ourense contaría con alta velocidad entre Madrid y Taboadela en el 2020. El resto de Galicia tendrá que esperar al 2023. Continuando al ritmo actual, Ourense contaría con alta velocidad entre Madrid y Taboadela en el 2020. El resto de Galicia tendrá que esperar al 2023