El miedo de los galgos

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

12 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Parque Nacional de Bia?owieza, uno de los más antiguos de Europa, es el único lugar donde el bisonte europeo vive en libertad y en él se conserva un extraordinario bosque no alterado desde hace 400 años. Con una superficie de más de mil quinientos kilómetros cuadrados, el bosque de Bialowieza representa el último bosque virgen que queda en las tierras bajas de Europa. En él habitan árboles como abetos gigantes, robles y fresnos, numerosas especies animales y el emblemático bisonte, cazado hasta casi su extinción en el siglo XX.

Cuando el biólogo Rafal Kowalczyk miró hace unos días con sus prismáticos hacia el bosque de Bialowieza, no creía lo que estaba viendo. Mientras observaba un grupo de cerca de cincuenta bisontes, detectó un ejemplar especial dentro de la manada. «Era de un color marrón clarito completamente diferente del resto del grupo». Según cuenta la prensa, en principio cruzó por su cabeza la idea de que se tratara de una mutación, pero cuando centró sus binoculares en el animal se dio cuenta de que se trataba sin ninguna duda de una vaca, en concreto de la raza limousin, bastante común en Polonia.

La historia, revelada hace unos días por los medios polacos, resulta extraordinaria. La vaca se escapó hace unos meses de una granja local para evitar su sacrificio, y en su huida hacia los bosques se juntó con el grupo de bisontes del que ahora no se separa. Su unión con ellos la protege de ser atacada por los lobos, al parecer frecuentes en todo el parque, y el animal camina feliz entre sus nuevos amigos disfrutando de su libertad.

Hace unas semanas se publicó la noticia de que una perra con una enfermedad de la columna que le impedía mantenerse de pie y jugar, el síndrome de Wobbler, había sido adoptada en una granja. Sorprendentemente un burro presente en la explotación se hizo amigo de la perra, a la que buscaba siempre para pasar tiempo con ella. La perra solo encuentra la energía para levantarse cuando Paolo, que así se llama el asno, se acerca a ella.

Esta semana un venado con una gran cornamenta ha entrado en una cuadra para refugiarse del temporal de nieve en la Vega del Liébana, en Cantabria. El animal se ha puesto justo al lado de dos terneras, que le han aceptado como uno más del grupo, para darle calor. El vídeo, que se ha hecho viral, muestra como una de las terneras empieza a lamerle las orejas para demostrarle su cariño.

Cada año en febrero, el mes del miedo de los galgos, miles de estos animales son sacrificados al final de la temporada de caza; un documental, titulado como este artículo, estimaba que en torno a cincuenta mil. Cada vez que leo en la prensa noticias sobre el maltrato animal me acuerdo de sucesos como los que les he contado, en los que los animales nos dan ejemplo. Bisontes, terneras y burros son capaces de acoger a otros animales y mostrar unos sentimientos que muchos humanos han perdido.

No sé de quién es la frase pero es cierta: «El animal promedio es mejor persona que la persona promedio».