El instante más oscuro ya pasó

Jorge Ribeirinho TRIBUNA

OPINIÓN

01 feb 2018 . Actualizado a las 08:39 h.

Desde 2014 la economía portuguesa sólo nos ha dado buenas noticias. El PIB, después de haber disminuido hasta 2013, aumenta desde 2014, y se calcula que en 2017 habrá crecido el 2 %. El déficit público es el más bajo desde el 25 de abril, ya que en 2017 puede haber quedado en el 1,2 %. La deuda privada, que era del 320 % del PIB en 2012, ha disminuido y puede estar en el 250% en 2017. El Consejo de Finanzas Públicas, un organismo independiente del Gobierno, observa dos récords en 2017: el mayor superávit trimestral desde 1995 y el mayor excedente primario desde que hay registros.

El paro merece un capítulo especial: el desempleo en noviembre de 2017 alcanzó el valor más bajo desde noviembre de 2004 (8,1 %).

Al mismo tiempo, Mario Centeno, el ministro de Finanzas de un país que tuvo una intervención del FMI hasta 2014, fue elegido presidente del Eurogrupo y las agencias de rating decidieron, finalmente, «sacar a Portugal de la basura».

Hay tres factores clave que explican todo esto: la respuesta de los portugueses a la crisis, el contexto internacional y la solución política sorprendente que gobierna el país. Respecto al primer factor, se puede decir que los portugueses fueron heroicos: se apretaron el cinturón, algunos dejaron el país en busca de trabajo y otros comenzaron a exportar. Han aceptado la austeridad, pero también trabajaron para salir de la situación crítica en la que estaban. El hecho de haber dado más votos al partido que gobernó durante el periodo de la Troika (FMI, BCE y CE) muestra esto.

En cuanto al contexto internacional, Portugal se benefició de la política monetaria del BCE, de dos maneras: por un lado, el quantitative easing, que permite pagar unas excepcionalmente bajas tasas de interés (2,05 % a diez años) incluso con respecto a los intereses a pagar por el rescate de la Troika (4,4 %), y por otro, la depreciación competitiva del euro frente al dólar ayudó a las exportaciones fuera de la Unión Europea. Otros factores importantes para la mejora de la economía fueron la disminución de los precios del petróleo y la creciente cantidad de turistas que eligió Portugal como destino. El país está de moda, y el crecimiento de ingresos del sector turístico varía entre el 6% y el 10%, entre 2014 y 2017.

La tercera razón para el éxito de la economía portuguesa es la «Geringonça», la alianza entre el Partido Socialista y los partidos de ideología marxista. La actuación del Partido Comunista y del Bloque de Izquierda ha sorprendido a quienes esperaban que estos partidos se mantuvieran fieles a su ideología; sin embargo, han colaborado con un gobierno moderadamente de izquierda.

Es cierto que «el momento más oscuro» ya pasó, pero el peligro continúa. Portugal dejará de estar de moda; la deuda se mantiene muy por encima de 120 % del PIB; las familias continúan muy endeudadas; la tasa de ahorro es históricamente baja; el precio del petróleo ya ha vuelto a los 70 USD; el euro está aumentando su cotización frente al dólar y el BCE ha previsto ir terminando el quantitative easing. Casi todos los factores que han contribuido al éxito de la economía portuguesa pueden esfumarse. Se necesita mucho dominio, moderación y trabajo para que la economía portuguesa siga dando buenas noticias en los próximos años.