Las palabras son esenciales, lo sabe bien Oprah Winfrey que dejó a todo un auditorio apabullado ante una verdad incuestionable. El tiempo de las mujeres es este. Se acabó. Se acabó aguantar, se acabó callarse, se acabó mirar hacia otro lado, se acabó permitir el abuso. Por eso las palabras de Oprah sirven hoy de ejemplo mundial, de sostén ante una realidad que se ha evidenciado también en los Globos de Oro. Mujeres de premio, mujeres protagonistas y mujeres liderando las mejores series del momento. Ahí estaba no solo Oprah, sino también la gran Elisabeth Moss sumándose con The Handmaid’s Tale al alegato que Atwood hizo del cuerpo de la mujer y su libertad en los ochenta. O Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Shailene Woodley, las madres de Big Little Lies, reivindicando la solidaridad como manera para acabar con el machismo. O Sarah Gadon, la protagonista de Alias Grace, otro de los proyectos feministas de Netflix de este año. O la magnífica Claire Foy portando con majestuosidad la joya de la corona que es esa reina en The Crown. Hay muchas más, indispensable también Jessica Jones como la superheroína de la Marvel que nos arrastra a todos con su fuerza. La fuerza de las mujeres también en la televisión, la fuerza de la palabra que nos hizo enmudecer ayer. Esa fuerza seguirá sumando y sumando hasta derribar ese gran muro. Ya no hay tiempo.