Bertín, Macron y compañía

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

13 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No deja de sonrojar la manera en que Bertín es capaz de decirle a boca llena a Paz Vega: «¿Qué se ha hecho Nicole Kidman en la cara?», con el asombro ojiplático del que sabe de los males de la cirugía. Lo dice él, acomodado en su sofá, a los 60 años, encanecido, calvo, y con una mujer 20 años más joven. Hace gracia, sin duda, que quien jamás ha sentido ninguna mirada sesgada ni ningún tipo de presión estética se espante del recurso al bisturí. Porque todos conocemos cuántas mujeres de 60 hacen un programa en prime time. Pero eso da igual. Estamos hechas a la imagen y semejanza de lo que se espera. Lo pensaba el otro día a raíz de los matemáticos 24 años que le lleva Brigitte a Emmanuel Macron, que hemos aplaudido y recibido también con la alegría de que por fin una mujer sea mayor que su marido.

Eso sí, imaginemos solo por un momento que esa mujer de 64 años, Brigitte, en lugar de lucir melena impecable, unos pantalones pitillo y unos taconazos, se estilase a lo Margaret Thatcher en el look más abuelil, de traje de chaqueta y cardado. Imaginemos que fuese rellenita, peliteñida, y desgarbada... Tal vez como Donald Trump, siguiendo un paralelismo masculino... ¿Habría ganado Macron las elecciones? ¿Pensaríamos que el presidente francés tiene algún tipo de tara sexual? No sé qué pensaría Bertín, pero tengo clarísimo lo que pensamos de mujeres como Melania.