Mariscada ceibe

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CON LETRA DEL NUEVE

OPINIÓN

17 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo, que es una cosa muy moderna, permite que gente como Ramón Espinar, portavoz de Podemos en el Senado, se venga a Galicia de paseo y nos anuncie, a los largamente sometidos nativos, que alcanzaremos la liberación nacional mediante la ingesta masiva de marisco. O eso es por lo menos lo que entendimos al leer su pie de foto bajo unas zamburiñas y unos berberechos: «Galiza ceive (sic), poder popular... #Galicia #Food #MariscoBaratísimo». 

¿Galicia ceibe? ¿Ceibe de qué? ¿De coca-colas imperialistas? Aquí ceibar, lo que se dice ceibar, solo ceibamos el cadelo al caer la noche para que vigile nuestro medio ferrado. Pero lo de poner la liberación popular a cocer en el agua del marisco no se le había ocurrido a nadie hasta la fecha.

A mí Ramón Espinar, con su comentario tan igualitario de lo bien y barato que se come en provincias, me recordó mucho al popular Jorge Moragas, que durante la campaña de las autonómicas del 2009 se paseó por Galicia con Rajoy para apoyar a Feijoo. En su blog, Moragas se quejó entonces agriamente del mal estado de las carreteras locales, que casi se cargan su berlina. También se alegró, todo hay que decirlo, de haber entrado en contacto con los «gallegos profundos». Espinar, de los Espinar de Madrid de toda la vida, lo mismo que Moragas, de los Moragas de Barcelona de toda la vida, son dos ejemplos de esos exploradores que vienen a Galicia no de viaje, sino de safari, a ver desde la ventanilla de su jeep cómo corretean las especies autóctonas en libertad.

Entre tanto ilustre visitante, solo eché en falta a Cristina Cifuentes, que podía haberse acercado por aquí a explicarnos si lo de «hacerse la rubia» también sirve para que te rebajen el precio de las zamburiñas.