Espinar «a las mariscadas»

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

16 abr 2017 . Actualizado a las 10:25 h.

Ramón Espinar tiene un don y una maldición. La polémica siempre le acompaña y fluye alrededor de su figura senatorial, como la fuerza de Star Wars rodeaba a los venerables caballeros jedi

Provocó en su día un escándalo con la compraventa de un piso protegido (con plusvalía). Después dio muchísimo que hablar con el simple gesto de coger dos coca-colas en el comedor de la Cámara Alta (en abierto desafío a la fatua-boicot lanzada por Pablo Iglesias contra la bebida azucarada). Y la última controversia llegó desde Galicia. Con un post publicado en Instagram por el líder de Podemos en la comunidad de Madrid (y posteriormente borrado, jarreaba en las redes).

«Galiza ceive, poder popular... #MariscoBaratísimo», escribió Espinar en la red social de Facebook para acompañar cuatro fotos de platos de pescado y moluscos. Y provocó un terremoto en Twitter.

Se convirtió en trending topic, en protagonista de un Sábado Santo marcado por los tambores de guerra norcoreanos. Hubo quien le respondió con retranca que había mezclado churras con merinas y que la revolución social y la identidad nacional de Galicia no son asunto de mesa y mantel. Otros echaron mano de la hemeroteca y rescataron de las catacumbas de la historia proclamas como «asociar la comida al lujo y el postureo en lugar de socializar lo saludable y el disfrute de comer es un asco». Por supuesto, el ingenio cedió pronto terreno ante una guerra de descalificaciones simplistas entre partidarios y detractores del político madrileño, una figura en perpetua contradicción (por decir una cosa y hacer otra) al que recomendaron explotar un formidable lema para el 1 de mayo: «A las mariscadas».