Tras la reciente celebración del Día Internacional del Orgullo LGTB, hay que agradecer al magnífico presentador de Tele5 Jorge Javier Vázquez que, con gran valentía y responsabilidad moral, haya hecho pública, desde hace ya unos años, su condición de homosexual, cuya visibilidad tanto ayuda a oxigenar nuestras costumbres. Y para valorar la valentía moral de Vázquez, preguntémonos: ¿cuántos futbolistas, baloncestistas o tenistas, que son gente de una enorme valentía física, han tenido la valentía moral de hacer pública su homosexualidad? Las tenistas Martina Navratilova y Amélie Mauresmo, el baloncestista Jason Collins y los futbolistas Hitzlsperger, Fashann y Hysen han sido excepciones que reconocieron públicamente su homosexualidad.
Vázquez es una fiera televisiva que rompe audiencias porque sabe hablar y sabe escuchar, una cualidad, esta última, que, como todos sabemos, no está al alcance de cualquiera. Vázquez es, además, el autor de La vida iba en serio, una fantástica novela con fuerte fondo autobiográfico que he leído con profunda admiración y placer. Como acaba de declarar Víctor Sandoval, otro gran presentador televisivo, Vázquez cuenta en este libro experiencias íntimas que él no se atrevería a contar. Y añado que yo tampoco me atrevería a contar el equivalente de lo que cuenta Vázquez en La vida iba en serio, cuyo título se lo debe al verso «Que la vida iba en serio», del genial poeta -y también homosexual- Jaime Gil de Biedma. Vázquez triunfa ahora en el teatro con el espectáculo Iba en serio.