El AVE que conectará, por fin, Galicia con la meseta llegará en el 2018, si el «pensamiento Garicano» no lo impide. Luis Garicano es profesor en Londres y su actividad conocida como economista es la de enseñar y divulgar. Una fuerza política emergente que ilusiona a muchos ciudadanos en el volátil panorama político actual ficha como percha de enganche intelectual a Garicano para barnizar de rigor propuestas electorales con aparente seriedad. A la espera de matices, la propuesta del gurú más o menos dice: «La inversión estatal en el AVE a Galicia no se rentabilizará y distrae recursos financieros que tendrán más eficiencia [?] en I+D». Programa: «Pararemos la inversión en el AVE y destinaremos esos fondos a I+D». Garicano dixit.
Niego la mayor. En economía confundir eficacia, eficiencia y rentabilidad es un fraude o una ignorancia. Es una trampa de razonamiento entre falsas oportunidades disyuntivas tomadas aisladamente. ¿Por qué no más sanidad, más educación, y por qué no menos gasto corriente, en lugar de menos infraestructuras?
Toda comparación entre dos alternativas de gasto público puede analizarse en términos de coste de oportunidad perdida, pero no siempre son oportunidades disyuntivas. Garicano debe de saber (aunque no Albert Rivera) que precisamente no son disyuntivas cuando no existe pleno empleo de recursos productivos. Sabido es el dilema de decisión de gasto en defensa o en alimentos en tiempos de guerra y hambruna. Es la célebre curva de transformación divulgada por Samuelson: ¿Cañones o mantequilla?
La disyunción permite decidir desde cero cañones y todo mantequilla (perdiendo la guerra) a la contraria, pero admite infinitas combinaciones intermedias. Es por ello que aquí entra la sabiduría y buen hacer del político para adoptar una elección óptima sin renuncia total a nada. Pero además, la economía explica que cuando existen recursos ociosos, la elección óptima permite varias combinaciones. Lograr a la vez más cañones y mantequilla: Más AVE y más I+D.
Parece que el político con marca emergente ha asumido un conjunto de ideas nuevas, con prisas, por lo que ni todas son nuevas, ni todas son buenas y corren el peligro de pasar a ocurrencias.
Volvamos al falso dilema de oportunidades disyuntivas. La inversión a frenar es una infraestructura que une a Galicia con la meseta y el resto de España. ¿Se dedicaría el I+D a Galicia para acercar su recuperación y crecimiento al resto de España?
El planteamiento, pues, no puede ser disyuntivo y sería un error histórico frenar o aplazar el AVE. Tanto para Galicia como para el resto de España. Un retroceso en cohesión. Concluyo con dos modestas sugerencias:
1.ª Conviene abrir un amplio debate sobre este tema antes de unas elecciones generales de las que surja cualquier tipo de Gobierno que no haya clarificado previamente su postura en este tema.
2.ª Harían bien los candidatos de la marca emergente en los próximos comicios locales en explicitar su posición y compromiso ante sus jefes y ante Galicia, que sin metáforas, puede perder su último tren. Ni cañones ni mantequilla.