Krugman, las cumbres y el valle

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

07 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Paul Krugman comenzaba el año entre dos cumbres y un valle. En un artículo publicado por The New York Times el 1 de enero citaba a Thomas Piketty y a los «sospechosos habituales» y bien pagados que reniegan de sus teorías. Pero intentaba ir más allá en el mapa de la desigualdad económica. Para ello recurría a Branko Milanovic, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Los datos recogidos por Milanovic dibujan dos cumbres que han crecido tras la caída del muro de Berlín. La de las élites que se hacen cada vez más ricas. Y la de las clases medias de países emergentes como China y la India. En medio, el «valle del desaliento». Las clases trabajadores de los países desarrollados. El estudio no va más allá del 2008, por lo que es de suponer que con seis años más de recortes y desempleo el valle será más profundo y oscuro. De hecho, hay lugares en los que se da por sentado que reinará la penumbra durante largo tiempo.

Después de saltar de Piketty a Milanovic, Krugman traza los preocupantes paralelismos entre estos tiempos y los vividos a principios de los años treinta. Culpa a los partidos convencionales de izquierda de no haber reaccionado y a los políticos en general de centrarse en las prioridades de las élites.

Por una senda parecida camina el experto en políticas económicas Robert Reich, catedrático en Berkeley, que incide en el reportaje Desigualdad para todos, en que los campeones en el mal reparto de la riqueza son Rusia, Ucrania, Líbano y... Estados Unidos.

Muchos han gastado por encima de sus posibilidades. Por si acaso, Alemania lo recuerda constantemente. La cuestión es que, de un tiempo a esta parte, otros están ganando por encima de las posibilidades de todos.