Atrás quedan esos años de vacas gordas en los que los adictos a la informática podían elegir entre un amplio abanico de citas tecnológicas. En el 2010 la Xunta, en un exceso de autocomplacencia, anunciaba su intención de crear una verdadera red de partys, un anhelo liquidado por la crisis y por la merma de patrocinios. La Ludus Party de Lugo se canceló en esa temporada; la Kutruparty de A Estrada, en el 2012; y de la Arousa Party, no hay noticias desde hace años.
El último en caer ha sido Xuventude Galicia Net, el mayor encuentro gallego, una cita que pisó el alambre de la duda en varias ediciones pero que, con un presupuesto anual cada vez más reducido, resistió durante 14 años. Su balance global es positivo, con una trayectoria consolidada y reorientada desde un perfil inicial más lúdico a un carácter multidisciplinar, reforzado con ponencias y talleres sobre emprendimiento. Un programa formativo idóneo para el tiempo actual, pero que en una época de recortes tal vez no justifique el mantenimiento de la party. Esta área lúdica, que retenía a los participantes más fieles, tampoco guarda el sentido de antaño al haberse generalizado el acceso a la banda ancha. Aún así, sería un buen síntoma de recuperación que su suspensión fuese temporal.