Leo en La Voz que Mariano Rajoy ha decidido rechazar la oferta de un curso gratis para aprender inglés en Kent (Inglaterra) que le ha ofrecido una agencia especializada en esta materia. Y lo primero que hay que decir es que el deber de un presidente de Gobierno es rechazar cualquier curso gratis que le ofrezcan, como ha hecho Rajoy, y si, por ejemplo, quiere estudiar inglés pagarse el curso de su propio bolsillo.
No hay nada como la independencia económica.
Nadie discute las grandes ventajas de estudiar idiomas en el extranjero. Pero, para aprender una lengua extranjera no es imprescindible viajar fuera.
Lo que de verdad se necesita es una disciplina prusiana para estudiar esa lengua. Con un profesor particular de primer nivel, una metodología intachable -como, por ejemplo, la de Richard Vaughan- y muchas horas de dedicación se aprende bien un idioma. Método infalible (con máximo esfuerzo).
Repetir en voz alta las mismas frases disfrutando al repetirlas. Ver televisión, oír radio, ver películas y vídeos, leer libros y periódicos, escribir en esa lengua, ese es el camino del aprendizaje.
Y, por cierto, ¿cuál era el nivel de inglés de Franco, que tuvo profesora particular de esta lengua, según cuenta Paul Preston en su fantástico libro El gran manipulador. La mentira cotidiana de Franco?