Lo dijo la ministra de Fomento en su comparecencia del viernes: revisarán palmo a palmo la seguridad ferroviaria de la red tras la tragedia de Angrois. Es lo que tiene que hacer, porque está claro que las anteriores revisiones, si las hubo, no sirvieron de mucho. Lo atestiguan 79 vidas truncadas. Esto sucede siempre: Hay un accidente, y después llegan las comparecencias anunciando medidas nuevas y viejas, medidas sobre las medidas adoptadas previamente, o no. Y es trágico que dichas medidas de seguridad no se puedan extremar con carácter retroactivo; que hace dos años o un mes, por ejemplo, no se hubiera revisado palmo a palmo la curva de Angrois. Y que algún responsable del ADIF, de Renfe o de lo que sea no se hubiera preguntado: «¿Y si el maquinista se duerme, o se despista, o...?