Nació como caso Gürtel, deriva en caso Bárcenas y puede acabar en caso PP. El saqueo de dinero público para el enriquecimiento de unos cuantos es lo que une esta trama con otras similares, como la de Urdangarin o la de los ERE. Y ponen de manifiesto la podredumbre moral de tantos cargos públicos y adláteres que han convertido la Administración en la cueva de Alí Babá. Pero el que todos los tesoreros de AP-PP hasta hace tres años hayan pasado por manos de los jueces demuestra que la financiación del partido en el Gobierno atufa. Si el silencio de Rajoy es ya ominoso, lo ignominioso es que alimenta la sospecha de que la trifulca Ruz-Bermúdez esconde una estrategia orquestada para frustrar la investigación e impedir una vez más, como ya ocurrió en el caso Naseiro, la acción de la Justicia.