La India, contra las violaciones

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

31 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

D urante milenios el sexo de cada criatura marcaba su destino de manera positiva si era varón o negativa si era mujer. Tras siglos de lucha, en las naciones más avanzadas se logró el reconocimiento y protección legal de los derechos de las mujeres, aunque la realidad deja mucho que desear. En el resto del mundo, el patriarcado está como hace miles de años. En China, la política del hijo único fomentó los asesinatos de niñas o su abandono. En Arabia Saudí, Yemen y otros países árabes, el enterramiento en el desierto de recién nacidas es práctica habitual. En México hay decenas de raptos, violaciones y asesinatos de mujeres a la semana.

El poco valor que se sigue dando a las mujeres se ha traducido en la escasa o nula persecución de los crímenes contra ellas, sobre todo, los de violación, considerado más una ofensa para el honor de la familia que una agresión a la víctima. Pero el acceso a una mayor educación de las sociedades está cambiando esta percepción hasta el punto de haber provocado un levantamiento civil en Delhi tras la violación en grupo de una joven estudiante. Los indios se quejan de la inseguridad y del poco respeto y protección a las mujeres. Los datos son espeluznantes. La Agencia Estadística Criminal de la India registró en 1971 2.487 violaciones frente a las 24.206 del 2011, un incremento apabullante del 873 %. En Delhi hay una violación cada 20 horas y solo 1 de 4 denuncias logra llegar a juicio. Ha hecho falta que una joven fuera brutalmente agredida y muriera para sacarle los colores al Gobierno de la India, que ahora tiene por delante la difícil tarea de acabar con la inseguridad y corrupción policial tras décadas de pasividad.