Lágrimas de capitán

Laureano López
Laureano López CAMPO DE BATALLA

OPINIÓN

14 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La catástrofe se puede medir con un reloj: los 5,2 millones de minutos que ha tardado en hablar el capitán Mangouras. En lágrimas: las suyas ayer, perdidas en el océano del llanto de todos los gallegos, del ejército blanco de voluntarios que auxilió a Galicia hace diez años. Se puede medir en corrosión: la de los tanques de lastre en los que se produjo la avería del Prestige. Hay quien la midió en hilillos y ahora preside el Gobierno. Quien pretenda medirla en dimisiones de irresponsables políticos lo tiene más negro que el chapapote: nunca las hay.