Intolerable

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

29 abr 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

N o hacía falta que la más alta magistratura del Estado recordara la igualdad ante la Justicia. Era y debe ser obvio en un Estado de derecho. Pero cada día que pasa hay más excepciones que indignan al pueblo soberano.

Una pregunta de Izquierda Unida en sede parlamentaria ha destapado otra chapuza. Sabemos que la Liga de fútbol profesional de nuestro país es la que más atrae a las grandes figuras del deporte del balompié. Que se pagan cifras astronómicas en toda suerte de contratos que hacen felices a una legión de: futbolistas, directivos, representantes e intermediarios.

Lo que algún día fue deporte, hoy es puro espectáculo en el que los grandes medios de comunicación ponen ingentes cantidades de dinero en circulación, ligado a la publicidad que se genera.

Pero, en esta actividad del sector terciario, lo intolerable es que tengamos fama de ser un paraíso fiscal. Máxime con la que está cayendo.

En plena recesión económica de ingresos para las cuentas del Estado, que se ve obligado a someternos a recortes de los derechos sociales que contempla la Constitución española, al referirse a prestaciones para la salud, la educación y la cultura del ciudadano.

Deudas astronómicas de los equipos de futbol de Primera y Segunda División, para con Hacienda. Cuentas tributarias preñadas de opacidad y en el espacio de la morosidad. Hechos tolerados, incluso, sometidos a aplazamientos pactados en convenios que nunca se terminan ya que el problema se hace cada ejercicio de mayor tamaño.

Y en el colmo de la discriminación, el Gobierno se presta a un plan con la Liga Profesional, para saldar cuentas y acallar acusaciones de favoritismo, que tiene como horizonte la fecha del 2020.

No conozco, a ningún ciudadano que haya sido requerido por la Agencia Tributaria, y lo hayan tratado de esta manera. Más bien, lo han sometido a una hoja de ruta consistente en pagar de forma medita, con intereses, con embargos, y si las cantidades defraudadas son superiores a ciertos límites, puede haber delito.

Alguno de los equipos afectados por la situación se permiten el lujo de piarlas. Ponen verde a los medios de comunicación que señalan sus asambleas de socios, vacías, donde presentan extrañas cuentas; quizá por la información panfletaria «suficiente» que reciben sus socios de la presidencia, que cuando la leo, me produce sonrojo por estupidez.

¿Se les permitirá seguir así?