Nuestras posibilidades

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

12 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El reiterado mensaje de que las actuales dificultades económicas de España se deben a que todos hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades está soliviantando a los que sabemos bien que no ha sido así, que muchos no hemos tenido arte ni parte en los excesos, y por ello exigimos un respeto. Que se cite a los culpables me parece bien (cada ciudadano de a pie podría contribuir con algunos nombres), pero que nos dejen en paz a los inocentes y fieles paganos que, sin ser culpables, vamos a apencar con la parte que nos toque. Porque este parece un juego perverso en el que alguien quiere reescribir nuestras biografías convirtiéndonos en unos irresponsables manirrotos. Y no vamos a pasar por ahí. Los manirrotos tienen otros nombres y se sabe.

Conozco a muchas personas que han trabajado duramente toda la vida, que apenas sí han disfrutado vacaciones, que han dado estudios a sus hijos con enorme sacrificio y que han logrado pagar hasta la última letra de la hipoteca de sus pisos. Ahora, perplejos, no son capaces de saber cuándo vivieron por encima de sus posibilidades. Creían haber sido modélicos, pero algunos genios de las finanzas parecen empeñados en romperles la hucha de su propia autoestima. Ahora se dedican a cuidar de sus nietos (mientras los hijos aún conservan los puestos de trabajo) y a aportar sus ahorros siempre que hace falta (y suele hacer falta). ¿Cuándo demonios vivieron por encima de sus posibilidades, nadando en el lujo y la abundancia? No logran recordarlo. ¿Habrán perdido la memoria?

No, los que han perdido la memoria son quienes ahora les dicen que vivieron por encima de lo que podían. Son estos los que se apoyan, para denigrarlos, en engendros como Moody?s, Fitch y Standard&Poor?s, unas empresas de las que antes casi nunca habían oído hablar, pero que al parecer ahora lo mandan todo y todo lo quieren regir y mercadear, incluida nuestra dignidad. Pero lo que de verdad duele es que la frasecita de haber vivido por encima de nuestras posibilidades la repitan los dirigentes. Porque ellos saben bien quienes son los responsables de nuestro desaguisado económico y tienen la lista de los que estiraron la mano más de lo que daba la manga. Un respeto para los demás.