I menos D menos i

Enrique Castellón
Enrique Castellón TRIBUNA MÉDICO Y ECONOMISTA

OPINIÓN

11 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

L lama la atención el tijeretazo a las políticas de apoyo a la investigación y a la innovación empresarial. Hay una enorme contradicción entre disminuir el gasto en I+D y aspirar a generar empleo. En diversas publicaciones la OCDE ha señalado que los países que más rápidamente han desplazado la estructura de su producción hacia sectores de alta tecnología han creado más empleos. Como cabe suponer que esto es sabido, la causa de reducir esta partida en lugar de otras solo puede obedecer a un ejercicio de posibilismo: resulta más sencillo y menos comprometido políticamente descuidar empleos del futuro que afectar las rentas y otros intereses del presente, aunque los perjuicios que pudieran ocasionarse en el corto plazo se compensen con creces en el medio-largo.

Este dilema nos obliga a hacer una reflexión como sociedad, pues no se trata solo de un asunto del Gobierno. Hacer recortes no es plato de gusto para quien los impone, pero establecer prioridades en el ajuste con visión de largo alcance es aún más duro y dudo que se haga si la sociedad no emite señales favorables. Y por desgracia no vivimos en una sociedad que valore excesivamente ni la investigación ni la innovación, ni, de hecho, nada de lo que no pueda obtenerse un resultado inmediato. No se asocia a riqueza ni a bienestar. Y es un error.

Nos encontramos en permanente tensión con el futuro, anclados al presente por comodidad y también porque eso forma parte de la naturaleza humana (aunque hay sociedades que se sobreponen a ese sesgo mejor que otras), pero ahora convendría cambiar la perspectiva. No nos engañemos: si no somos capaces, el tiempo nos pasará factura.